La comunidad de Pejelagarto enfrenta una crisis hídrica sin precedentes. Sin agua potable durante más de una semana, los habitantes se ven obligados a comprar el vital líquido para subsistir; el precio del agua es de 150 pesos por tambor de mil litros, una carga económica adicional para las familias que ya luchan de por sí para hacer frente a sus necesidades básicas.
La falta de agua potable ha generado desesperación entre los habitantes, ya que, sin acceso a este recurso esencial, la salud y el bienestar de la comunidad se ven amenazados. La escasez de agua en Pejelagarto no es un fenómeno aislado; otras comunidades también enfrentan problemas de abastecimiento hídrico, que requieren soluciones urgentes y efectivas.
Los habitantes de Pejelagarto exigen atención inmediata de las autoridades y afirman que es hora de abordar esta crisis y garantizar el acceso a agua potable para todos, ya que la falta de agua potable aumenta el riesgo de enfermedades, y la comunidad teme por su salud y bienestar.
Cabe recordar que desde hace más de una semana los habitantes de este poblado comenzaron a resentir el desabasto de agua potable por la falta de pago en el consumo de energía en el pozo de agua potable de esta comunidad. El monto, que asciende a más de 40 mil pesos, aún no ha sido cubierto, lo que mantiene a la comunidad en zozobra ante la falta de pago de los usuarios morosos.
En este sentido, la autoridad del ejido ha sido clara al señalar que, mientras los morosos no paguen, el costo del recibo de luz no podrá saldarse y, de esta manera, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no podrá conectar nuevamente los fusibles que fueron retirados.
Es hora de actuar, mencionaron algunos pobladores: “Las autoridades deben tomar medidas urgentes para abordar la crisis en Pejelagarto y garantizar el acceso a agua potable para todos. ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar los habitantes de Pejelagarto para tener acceso a agua potable? La comunidad espera una respuesta efectiva y pronta”, expresaron.
La comunidad está muy desconcertada porque no todos tienen acceso a la compra del vital líquido; además, esta es una nueva carga económica y, aunque no pareciera muy costosa, a las personas de escasos recursos sí les afecta en gran manera.
JGH