Campeche

Desintegración familiar, factor en jóvenes campechanos para cometer suicidios

El Obispo de Campeche, expresó su preocupación por el aumento de suicidios juveniles en el estado y a nivel nacional. Atribuyó este fenómeno a la ausencia de Dios, desintegración familiar, falta de oportunidades y el uso de drogas
Piden acercarse a Dios para buscar solución a los problemas emocionales / Por Esto!

La ausencia de Dios en nuestros corazones, la desintegración de las familias, la falta de oportunidades y el uso de drogas, que ha incrementado en los últimos años, han provocado un vacío espiritual y desesperanza en los jóvenes, dándoles lo mismo vivir que morir, generando, por desgracia, muy altos índices de deseo de suicidio en el Estado.

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José Francisco González González, obispo de Campeche, consideró que es muy preocupante el aumento en la cifra de suicidios juveniles, no solo en nuestro Estado, sino a nivel nacional, y lo atribuyó, en gran parte, a la falta de una vida familiar fuerte. “Si los integrantes de la familia no sienten la seguridad de esta, ante las situaciones en el mundo de desprecio, adversidad y burlas, entonces se sienten desamparados, y les da lo mismo vivir, vivir más o menos a medias, o morir”, alertó.

Además, señaló que el aumento del consumo de drogas, legales como el alcohol y la marihuana (hasta ciertos gramos), e ilegales, las cuales son desinhibidoras pero también depresivas, producen un mayor debilitamiento de la psique humana, trayendo consigo pensamientos negativos que llevan hasta autoinfligirse daño.

obispo de Campeche, consideró que es muy preocupante el aumento en la cifra de suicidios / Por Esto!

Y si la familia está desintegrada y se enfrentan problemas laborales, los jóvenes ven la vida muy corta, ingresan a ambientes frívolos y les da lo mismo vivir que morir, buscando incluso otro tipo de suicidio lento y prolongado, como el contagio de una enfermedad a propósito o manejar un auto o motocicleta a gran velocidad, esperando que suceda algo peor.

“Nos hemos alejado de Dios, indudablemente, cuando hay un vacío espiritual ya no hay esperanza, la esperanza se achaca y por eso el límite del horizonte es muy corto, muy miope”, subrayó el máximo jerarca de la Iglesia Católica en Campeche. En cambio –abundó– Dios nos lanza a un horizonte mucho más largo y, a pesar de que sigan las mismas circunstancias y adversidades, o incluso peores, la fe fortalece y hace luchar