Con historias de sufrimiento, gratitud y esperanza, buscando la intercesión de la Virgen de Guadalupe, peregrinos de otros Estados llegan de pasada al Santuario de Guadalupe buscando retornar a sus lugares de origen, tras miles de kilómetros recorridos, pero con la satisfacción, reflejada en sus rostros, de haber cumplido sus promesas ofrecidas.
En un acto de profunda devoción reflejada en sus cansados rostros, con imágenes de la llamada ‘Morenita del Tepeyac’ y otros santos, varios de ellos llegan desde la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México con rumbo a sus hogares, en grupos, movidos por el amor y compartiendo el mismo sentimiento: la fe y la esperanza.
Algunos como Jorge Miguel Carrillo Uc, originario de la ciudad de Izamal, Yucatán, llegan cargados con promesas cumplidas, otros con oraciones por la salud o el bienestar de sus familias y seres queridos, donde el camino se convierte tanto en un acto de sacrificio como de gratitud hacia la virgencita.
Carrillo Uc, narró a Por Esto! que es peregrino desde hace más de 24 años, aunque tuvo que hacer una pausa de 10 años de ir a la Basílica de Guadalupe, y este 2024 le tocó a cumplir, con motivación y fe, sin importar la distancia que recorrió, siempre con mucha devoción y amor a María la Virgen de Guadalupe.
Los peligros en la carretera, tanto para los que van en bicicleta, motocicleta o automóvil, el hambre, el frío, las lluvias y el sol radiante que sufren, no son nada, porque todo lo que mueve a los guadalupanos es la fe que tienen hacia la Virgen de Guadalupe.
“Hace cinco años mi mamá se enfermó de la tiroides, un tipo de cáncer muy peligroso que puede llevar hasta la muerte, y un día se pasó a morir frente a mí. Le pedí que la cuidara, que le devolviera la salud y hoy en día la tengo sana conmigo. Le prometí a la Virgen que iba a ir a darle las gracias hasta la Basílica y me tocó este 2024”, subrayó.
Manuel, Miguel y Julián, son un grupo de jóvenes de Xalum, Yucatán, con entre cinco y siete años de realizar esta tradicional peregrinación, movidos por la fe, y con promesas para la familia, por la salud, por sus seres queridos, de ahí que le pidan bendiciones a la ‘Virgen Morena’. También, Ángel Misael, proveniente de Chelem, Yucatán, y de una familia con tradición guadalupana, es su segundo año como peregrino, y este año hizo un recorrido de 23 días hasta la
Basílica de Guadalupe en la capital del país, cumpliéndole una promesa de la virgen. Jesús González, de Tecoh, Yucatán, también arribó de la Basílica, con una misión y promesas hacia La Guadalupana, a la que venera por su familia y peregrina desde hace ocho años.
A unos días de la celebración a la Virgen de Guadalupe, el Santuario se ha convertido en un refugio de fe, con los ojos llenos de esperanza de quienes realizan viajes de largos trayectos con la esperanza de encontrar consuelo y protección en la ‘Madre de todos los Mexicanos’.
JY