Derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) encararon a directivos del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 para reclamarles la falta de personal médico, quirófano y materiales para operaciones y consultas, poniendo en riesgo la salud y vida de sus familiares, y a cambio fueron intimidados sin recibir alguna solución.
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Anita Martínez, una de las afectadas, narró que a su nuera van dos veces que le cancelan una operación para retirarle un catéter que le colocaron estando embarazada desde el pasado 18 de febrero para drenarle la orina sin provocar un parto prematuro, toda vez que padece de piedras el riñón. Recordó que, según los médicos, la joven madre podía tener el catéter hasta seis meses, por lo que fue programada para cirugía el 22 de junio, pero en fecha previa le cancelaron con la justificación de que no estaba disponible el quirófano ni había materiales, posponiéndosela para este primero de septiembre, pero nuevamente le cancelaron.
“Dos veces le han suspendido la operación, queremos que le quiten el catéter que está dentro de su cuerpo, le puede o ya le causó una infección porque orina sangre y tiene dolor. Ojalá que la gobernadora Layda Sansores San Román pueda intervenir, porque desde el 18 de agosto debieron quitárselo y nos dijeron que hasta el lunes regresemos”, reprochó. Y lamentó la falta de tacto de los directivos del HGZ No. 1 del IMSS en Campeche, quienes de manera prepotente respondieron que desconocen cuándo estará listo el quirófano, tratando de intimidar a mujeres embarazadas, personas con discapacidad o con fractura u otro padecimiento que le reprocharon esta negligencia.
Otra de las afectadas es Esther Sandoval, quien explicó que su suegra ingresó por una fractura en la mano izquierda desde el pasado 9 de agosto, y la programaron para el próximo 7 de septiembre, o sea, casi un mes después, lo que consideró mucho tiempo. El médico de Traumatología, de apellido Sosa, se deslindó y ‘tiró la bolita’ a su colega Barrios, quien la programó para el viernes pasado, pero con la excusa de que las lluvias y la falta de material, canceló la operación; ayer nuevamente la programaron a las 9:00 de la noche, pero por la mañana le notificaron que no la operarán, porque no hay material, y que podría tardarse hasta dos meses en llegar.
Los derechohabientes y sus familiares encararon a los directivos del IMSS quienes, faltos de sensibilidad, y en lugar de ofrecer una solución, trataron de intimidarlos con la presencia de los guardias de seguridad para que se retiren.
JY