Habitantes del municipio se dicen preocupados por el creciente número de negocios denominados “clandestinos”, pues señalan que es un problema que no fue combatido por administraciones anteriores y que ahora operan las 24 horas sin restricciones; los vecinos afectados han solicitado la intervención urgente de las autoridades estatales y federales para controlar la situación, que consideran un riesgo grave para las futuras generaciones.
En diversas colonias, señalaron que los negocios clandestinos se han convertido en un problema arraigado, al punto de parecer que no hay leyes que regulen su actividad; por ello, solicitaron que las autoridades habiliten un número telefónico visible y funcional para realizar denuncias de manera anónima, como un primer paso para combatir la situación que afecta a la sociedad de Dzitbalché.
Por temor a represalias, pidieron que sus identidades permanezcan en el anonimato, pues aseguran que los propietarios de estos establecimientos tienen vínculos con personas de conductas vandálicas. Este temor ha reforzado su llamado a que se promuevan mecanismos de denuncia confidenciales a través de las páginas oficiales de los ayuntamientos.
El problema no se limita al consumo de alcohol en estos establecimientos irregulares, sino también se ha agravado con el tráfico y consumo de drogas, afectando especialmente a menores de edad. Según los vecinos, algunos jóvenes han visto truncadas sus carreras y proyectos de vida por caer en estos vicios, lo que resalta la necesidad de tomar medidas urgentes de control.
Además, expresaron su preocupación por la falta de atención de algunos padres hacia sus hijos, lo que permite que los menores se expongan a ambientes nocivos; por ello, hicieron un llamado a las autoridades para clausuren estos negocios no solo en Dzitbalché, sino en todo el Estado, al considerarlos un impacto social negativo para la niñez y la juventud.
JY
