Desde hace varios días, aguas negras permanecen estancadas en una cañería junto al estadio de beisbol de la Unidad Deportiva “20 de Noviembre”, tras el rebosamiento de los sumideros de los baños de la comandancia de la policía municipal.
A pesar de la grave contaminación ambiental y la fetidez que emana de este desagüe a cielo abierto, las autoridades municipales no han tomado medidas para solucionar el problema de salud pública.
Los aficionados que asisten los domingos al estadio, señalaron que la pestilencia persiste desde hace casi un mes o más, y hasta el momento ninguna autoridad del Ayuntamiento ha intervenido para frenar la contaminación.
Rafael Villarreal Chan y Mario May Uc, de Cancabchén, mencionaron que hace un par de semanas acompañaron al equipo Mieleros en su partido contra los Serafines de Hopelchén, y pudieron constatar la situación insalubre.
Explicaron que, ante el rebosamiento de los sumideros, se excavó un canal improvisado en la tierra roja con la intención de redirigir las aguas negras hacia un área verde, pero al encontrarse con una escarpa, el agua no pudo avanzar y se quedó estancada.
Aunque los elementos de la Policía Municipal evitaron hacer declaraciones por temor a represalias de sus superiores o de las autoridades municipales, trascendió que los desagües del lavabo de la cocina de la comandancia también están colapsados y vierten aguas negras en la zona.
Personas que acuden por las tardes a entrenar beisbol u otras disciplinas, señalaron que este desagüe a cielo abierto se encuentra justo en la entrada de la unidad deportiva, lo que afecta a quienes ingresan por ese acceso, pues se ven obligados a soportar los malos olores y la evidente contaminación del medio ambiente.
JY