El bando de Carnaval en la población de Chiná continuó con su energía y tradición, que presidieron los reyes Infantiles Yaray y Mateo, y que los habitantes disfrutaron al apoyar a los participantes y vitorear el paso de los contingentes desde mucho antes de la calle 22 hasta el parque de la localidad.
La comparsa del Centro de Desarrollo Comunitario de Chiná abrió el bando, seguida de la comparsa de los Reyes Infantiles y posteriormente una de los grupos organizados invitados, la de los Pregoneros Campechanos de la Escuela de Panza del Toro, que con la simulación del gordito panadero (con su globo en la cabeza) y el estribillo de la canción popular le pusieron ritmo e interacción con la comunidad.
Posteriormente aparecieron las Curvas Peligrosas, que también recibieron aplausos entre la concurrencia, ya que las mujeres disfrutaron a lo grande de estas fiestas carnestolendas y fueron premiadas con las palmas por su ingenio y creatividad.
El toque como siempre lo dio la ciudadanía al disfrutar el paso de los contingentes, que, con sus gritos y aplausos, además de algunas palabras de aliento o cariño, motivaba a los participantes para que no decayera el ánimo y siguieran el recorrido con enjundia.
Toda la calle 22 hasta el parque tenía a chinaenses colocados con sus sillas, incluso familias completas con mesitas, en donde botaneaban mientras veían pasar y saludar a sus vecinos. La algarabía era de ambos bandos, tanto de los participantes como de los espectadores. Algunos pobladores estimaron que la celebración del carnaval tiene por lo menos 70 años de efectuarse en Chiná.
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