El presidente de la Asociación Nacional de Médicos Egresados de la Universidad Veracruzana en Ciudad del Carmen, Froilán Palestino Cruz, dio a conocer que la reforma a la ley para la disminución de grasas trans en los alimentos industrializados beneficiaría a la salud de las personas, ya que las grasas saturadas, al igual que las grasas trans pueden aumentar el colesterol en sangre y las probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas; además, a diferencia de otras grasas alimentarias, las grasas trans, también llamadas ácidos grasos trans, reducen el colesterol “bueno”.
Explicó que esas grasas se encuentran en la margarina; también están presentes en algunos alimentos que se venden en tiendas o que se comen en restaurantes, como los tentempiés, las galletas, las pastas, los pasteles y los fritos. “Cuando leas aceites “hidrogenados” o “parcialmente hidrogenados” en una lista de ingredientes, significa que el alimento contiene grasas trans; esas grasas también aparecen en las etiquetas alimentarias.
Dijo que una dieta cargada de grasas trans aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, la principal causa de muerte de los adultos; cuantas más grasas trans consuma la persona, mayor será el riesgo de padecer enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. Las grasas trans son pocos saludables, por ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos ha prohibido recientemente a los fabricantes de alimentos que añadan la principal fuente de grasas trans artificiales a los alimentos y bebidas.
Apuntó que la mayoría de las grasas trans se forman a través de un proceso industrial que añade hidrógeno al aceite vegetal, lo que hace que el aceite se vuelva sólido a temperatura ambiente, por ello, es menos probable que se eche a perder parcialmente hidrogenado, por lo que los alimentos elaborados con él tienen una mayor vida útil; algunos restaurantes utilizan aceite vegetal parcialmente hidrogenado en sus freidoras.
Señaló que la forma manufacturada de la grasa trans, conocida como aceite parcialmente hidrogenado, puede encontrarse en una variedad de productos alimenticios, incluidos pasteles, galletas, palomitas, pizzas congeladas, frituras, incluidas las papas fritas, rosquillas, pollo frito o crema para café sin lácteos.
“Las grasas trans añadidas aumentan el riesgo de ataque cardíaco y cerebrovasculares”, finalizó.
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JG