Un moto mandadito termina golpeado y ensangrentado en la colonia Tecolutla de Ciudad del Carmen luego de ir discutiendo con el conductor de un vehículo particular.
Tras la riña, el moto mandadito resultó con la peor parte, pues su rostro terminó bañado en sangre y el conductor del vehículo ileso, en principio se pensaba que se había tratado de un choque, pero no fue así.
Fue alrededor de las 12:50 horas, cuando ciudadanos solicitaban de una patrulla hasta la calle 37 esquina con 48 de la colonia Tecolutla, justamente en los semáforos de cortesía de uno por uno, lugar donde se registraba una violenta pelea entre dos jóvenes tras un percance vial.
Y es que según la información de uno de los involucrados, el avanzaba en su vehículo Volkswagen Pointer, color blanco, con matrícula de circulación MVW-49-00 del estado de Campeche sobre la calle 37, indicando que desde la calle 50, el guiador de la motocicleta color rojo, con matrícula de circulación 93CWA2.
El motociclista lo venía hostigando con el claxon y apurando para que se quitara de su caminó, el conductor de automóvil indicó que guardo la cordura, ya que en el vehículo iba su pequeño hijo y su esposa embarazada, pero al ver qué el moto mandadito continuaba presuntamente hostigándolo y atravesándose en su camino.
El conductor decidió detener su marcha y confrontar al motociclista justamente en el cruce de la calle 37 esquina con 48, donde ambos terminaron agarrándose a golpes, resultando el moto mandadito golpeado del rostro y ensangrentado por lo que ciudadanos trataron de calmar los ánimos de pelea que parecía no tener fin.
Al final, llegaron tanto familiares del automovilista como del motociclista, para comenzar a discutir, así como también agentes de la dirección de Seguridad Pública del departamento de vialidad y tránsito municipal, pero al no tratarse de un choque y que las unidades no hicieron contacto, invitaron a los involucrados a llegar a un arreglo.
Tras otra ligera discusión, ambos conductores estuvieron a punto de ser llevado a la fiscalía por agresiones, pero decidieron llegar a un arreglo y estrecharse la mano para que cada quien se queda con sus golpes y daños y pudieran retirarse del lugar.
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CC