La capacidad de negociación de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ante el presidente Donald Trump permitió que se aplace dentro de un mes la situación arancelaria entre ambas naciones. Sin embargo, estamos seguros de que el Gobierno de México logrará superar este reto, el cual exige visión estratégica, firmeza y acción conjunta. Para ello, los empresarios de la COPARMEX a nivel nacional estamos dispuestos a impulsar soluciones que permitan a las empresas y trabajadores prosperar en un entorno de competencia justa y reglas claras, aseguró el dirigente del Centro Empresarial de dicha organización en Carmen, José Alejandro Fuentes Alvarado.
Luego del comunicado de Sheinbaum Pardo en sus redes sociales, donde dio a conocer los alcances de lo charlado con Trump, el entrevistado destacó que ambos países hablaron sobre temas de seguridad, migración y vinculación económica, y que parecían haber encontrado puntos iniciales de acuerdo dentro de un marco de respeto a la soberanía, que era lo que muchos mexicanos temían tras el anuncio del presidente norteamericano.
“La imposición de aranceles ponía en riesgo a una de las regiones más competitivas del mundo, afectaba la competitividad de las empresas, generando costos adicionales que podrían traducirse en pérdida de empleos y menor poder adquisitivo de las familias. El uso de aranceles como herramienta de presión no era una estrategia adecuada para abordar problemas transfronterizos de lo que nos señala Trump. Aun así, es bueno que se comprendiera y destacamos esa forma de negociar de Sheinbaum en que se detuviera por un mes la medida”, consideró.
Fuentes Alvarado señaló que, ante este panorama, el gobierno de México junto con el sector privado deberán definir las estrategias y soluciones a estos desafíos que ponen en riesgo el bienestar de los mexicanos. Por cualquiera que sea la decisión que se tome en el transcurso del siguiente mes, es también de reconocer la disposición de Trump de poner una pausa a lo que inicialmente consideró para nuestro país.
“El comercio no es el problema, sino parte de la solución, porque apostar por barreras arancelarias implicaría un retroceso que socavaría la confianza de los inversionistas y debilitaría las cadenas de valor compartidas entre Estados Unidos y Canadá. Entonces, ahora entre el Gobierno y empresarios debemos impulsar soluciones que permitan a las empresas y trabajadores prosperar en un entorno de competencia justa y reglas claras”, insistió.
Por último, confió en que el diálogo con el gobierno de EUA para enfrentar los desafíos que se presentan avanzará positivamente, pues esta conversación entre ambos presidentes demostró que los mandatarios están comprometidos en generar bienestar para sus representados. Entonces, es una señal alentadora de cooperación que tendrá una agenda muy ardua en las próximas semanas, pero que cada una de las decisiones que se tomen deberán ser prudentes pero con mucha visión.