Un sujeto conocido como el “45” fue rescatado por autoridades estatales de ser linchado por un grupo de vecinos de la unidad habitacional Siglo XXI de Campeche quienes lo acusaron de apedrear dos automóviles al tiempo de robarse un tanque de gas de un predio, el hombre fue perseguido hasta el área del kínder donde intentó ingresar, pero fue rodeado por la gente que iba con todo para darle un escarmiento hasta que la policía llegó.
Los hechos ocurrieron ayer alrededor de las 11:00 horas, cuando vecinos de la calle Novena vieron cuando conocido ladrón apodado como el “45” se llevaba un cilindro de gas LP, el sujeto, al verse descubierto se armó con varias piedras que proyectó contra los vecinos para dañar dos autos que estaban estacionados. Los propietarios de ambos vehículos se unieron a la persecución para tratar de capturar al responsable.
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Molestos por el hecho, los habitantes procedieron a seguirlo, mientras otros testigos dieron aviso al número de emergencias, montándose un operativo de búsqueda que culminó sobre la calle Séptima donde el “45” intentó brincar la barda de una escuela solo que, al no lograrlo, recibió una serie de insultos y amenazas de la turba vecinal que iba dispuesta a darle su merecido.
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Justo en esos momentos llegaron agentes motorizados que evitaron que los ciudadanos lincharan al ladrón, mientras el dueño del tanque y de los autos afectados exigían justicia, ya que no era la primera vez que eran víctimas del hombre que vive en el sector. Esta no es la primera vez que el hombre se mete a predios ajenos para robar las pertenencias de las familias; sin embargo, a pesar de ello nadie lo denuncia formalmente y cuando se lo lleva la policía es liberado a las pocas horas al ser detenido por faltas administrativas.
A pesar del exhorto de los oficiales, los afectados no quisieron interponer su denuncia para no perder tiempo en presentar evidencias, por lo que el “45” solo fue esposado y trasladado ante los separos de la Secretaría de Seguridad Pública de Campeche (SSP) por faltas administrativas, aunque se fue con las amenazas de la gente advirtiéndole que si lo volvían a ver sería linchado sin piedad.
Cabe mencionar que durante la persecución el cilindro quedó a media calle hasta que fue reconocido por su dueño, quien dijo no haberse percatado del momento en que fue sustraído de su propiedad.
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CG