La educación de la salud como forma de prevención

Ivi May Dzib

Apuntes de un escribidor

V

Dentro de estas problemáticas también influye las formas de interacción contemporáneas en donde se ha perdido el sentido de comunidad, sobre todo en zonas urbanas, donde el horario laboral, la falta de oportunidades, el trabajo informal y otros factores, provocan que no haya un ambiente vecinal que permita generar, a través de la educación por la salud, acciones que puedan amainar los altos índices de gente enferma. Si a esto le sumamos la violencia que destaca en el país, donde hay miles de muertos y ataques violentos de diferente naturaleza, nos encontramos que la situación mexicana es muy difícil y que el panorama parece desolador, sobre todo porque hay zonas del país donde los servicios hospitalarios no funcionan de manera adecuada debido a la violencia que hay en la zona, incluso casos donde la vida del personal de los hospitales no está garantizada, todo esto repercute para que no se pueda garantizar la salud en la población.

De ahí que se piense en la posibilidad de otras opciones, una de ellas sería la educación por la salud, ya que es importante una cultura de la prevención, porque no se puede pensar que los hospitales nos librarán de las enfermedades si no se transforman muchos hábitos de la vida cotidiana, que tienen que ver con lo emocional, lo alimenticio y lo conductual. Aquí es donde entran los enfermeros y las enfermeras, quienes al tener conocimiento y estar convencidos de la importancia que tiene para los pueblos la educación para la salud, tendrían que participar en su implementación no solo desde el ámbito profesional, sino también adoptarlo como parte de la actividad cotidiana. Cambiar hábitos desde la información para que nos quede claro en qué me beneficia a mí y a la comunidad dichos cambios. Esto funcionaría para contrarrestar problemas de infraestructura de los hospitales públicos que atienden a la población y el poco acceso que tiene una buena parte de ella para pagar hospitales privados, porque se educaría para prevenir la enfermedad y evitar hasta cierto punto el estar internado en un hospital.

Pero también es importante generar conciencia desde la sociedad civil, porque es debido a la falta de interés en las comunidades que se ha olvidado implementar estrategias para reorganizar a la sociedad, y quien mejor que las personas más preparadas por su formación profesional en el ámbito de la salud, como las enfermeras y enfermeros, quienes se comprometan a ejercer su conocimiento sobre la educación por la salud más allá de su horario laboral, porque la desigualdad es mucha, si la comparamos con los esfuerzos que se están realizando para contrarrestarla.

Con todo esto que se ha hablado, podemos resumir que las enfermeras y enfermeros pueden ayudar al bienestar del individuo desde muchas formas, con acciones sencillas que de manera pragmática puedan en casos particulares hacer la diferencia, por ejemplo, informar a los pacientes de que cada uno puede negociar o administrar mejor su salud porque conoce más a fondo los riesgos que la amenazan, los medios para evitar enfermedades y los instrumentos necesarios para intervenir correctamente en cada caso, esto ayudaría a reducir la demanda social de la infraestructura sanitaria. A la par esto ayudaría también a evitar que la gente consuma remedios superfluos o que consulten en instancias sanitarias de dudoso proceder.

Hemos visto en la práctica cotidiana muchos casos que nos hacen pensar que el estado del paciente enfermo se pudo haber evitado, por eso es importante generar en la medida de nuestras posibilidades la conciencia de la prevención, es decir, de la mediación en la fase anterior a la aparición de la enfermedad; lo cual reduciría la demanda de asistencia médica y se elevaría la calidad de atención y mejoraría la administración de los recursos materiales, de equipo y consumibles.

Continuará.

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