Ivi May Dzib
El sonido de sus dientes al masticar
la palabra madre escrita en el techo
de la habitación
y un murmullo de sí en el ambiente
Hedor y asco
ardor y músculos tensos
Es el inicio de una larga caminata
que se extenderá a la infancia y
sacudirá olas de una tormenta
con música de abismo
que no responde a mensajes de voz
ni a muestras de apoyo compradas
en tiendas departamentales
de las más caras
o en los tugurios más tristes
que no alcanzan
siquiera a ser cantina
Un ruido que solo yo diviso
me devuelve a mí
conciencia del peso de la carne y
la simple ansiedad de ser vista por ellos
me sofoca me cierra la garganta
me recuerda
que no puedo escapar y fingir el no hubo
el no estoy el no fue el no sucedió
Fieles espectadores de un espectáculo
que se repite
porque han grabado mis espasmos
de dolor
mis muecas de sufrimiento
mis ojos llorosos
la forma de la boca reproduciendo asco
y me piden que tenga calma
que me controle
porque estoy tergiversándolo todo
es posible que reciba una disculpa
que me sirva de triunfo
y el aíre que respiro
deberé guardarlo como triste recuerdo
que nunca podré tirar al mar