Edgar Rodríguez Cimé
Cuando los artistas de los países europeos descubrieron a principios del siglo XX el arte africano, se dio un inusitado auge donde surgieron infinidad de vanguardias estéticas, lo cual vino a demostrar que las formas para expresar el arte son tan variadas como los mismos continentes o subcontinentes, como en Mesoamérica, matriz de la cultura maya.
A pesar de que el conocimiento de la estética africana –culturalmente diferente– vino a revolucionar el arte de Europa, se continuó orientando la cuestión artística bajo la lupa del “eurocentrismo”, considerando al “viejo continente” como cuna del arte, mientras toda producción estética proveniente de otros, como América, siguió considerándose como vulgar “artesanía” (producción manual en serie).
Sin embargo, el propio desarrollo artístico en otros continentes, como Africa, América o Asia, durante el siglo XX, alimentado por las intercomunicaciones, propició la apertura de criterios acerca de la “diversidad cultural” y, consecuentemente, “estética”, en el universo habitado por el ser humano, con sus diferencias humanas y culturales. Hoy, en pleno siglo XXI se habla de “diversidad cultural y estética”, pero es necesario pasar a los hechos.
En este escenario, dos grupos culturales: la biblioteca y librería BaDu y el colectivo Felipa Poot Tzuc, promotores de las tradiciones y del desarrollo cultural, considerando la larga trayectoria de creadores nativos de Ticul en modalidades estéticas provenientes de la sociedad maya antigua: alfarería, lapidaria o bordado a mano, como muestra de la “diversidad cultural y estética”, les otorgará un Reconocimiento Comunitario como Creadores del Arte Maya Contemporáneo, en su calidad de invitados especiales en la próxima presentación del libro Sexo virtual, de un servidor de ustedes.
Asimismo, considerando la importancia de seguir contando con la religiosidad popular de los gremios en las festividades de Ticul, ambos grupos culturales otorgarán un Reconocimiento Comunitario a los responsables del Gremio de Niños en Honor del Cristo Negro de San Román y del Gremio de Panaderos en Honor de San Antonio de Padua, en su calidad de invitados especiales en la presentación del texto mencionado.
Finalmente, recordando que los intelectuales son personas cultas comprometidas con el desarrollo de sus comunidades, también se otorgará un Reconocimiento Comunitario a los profesores que no solo honraron su fin educativo, sino que asumieron el compromiso ético de servir de “faros orientadores” a sus conciudadanos, en su calidad de invitados especiales en la citada presentación.
Esto es con el fin de empezar a “poner en marcha” en los hechos, por la propia sociedad civil organizada, la mencionada “diversidad cultural”, ya que abogamos –tanto la biblioteca y librería BaDu, como el colectivo cultural Felipa Poot Tzuc– como lo hemos hecho siempre con nuestro compromiso con el pueblo maya, por el respeto y reconocimiento de sus creadores nativos, incitadores culturales e intelectuales comunitarios.
Colectivo cultural Felipa Poot Tzuc