Cultura

La magia del cineasta mexicano Sergio Olhovich

Conrado Roche Reyes

El gran director cinematográfico Sergio Olhovich , quizá el mejor realizador mexicano nació en Sumatra, Indonesia, hijo de madre mexicana y padre ruso. Pasó su infancia en varios países de América Latina, entre ellos, Colombia y Ecuador. También vivió en París, Francia, mucho tiempo.

Olhovich es egresado de la Escuela Nacional Preparatoria 6 “Antonio Caso”. Posteriormente ingresó a la carrera de Psicología también de la UNAM, sin embargo, decidió abandonarla cuando obtuvo una beca en el Instituto Estatal de Cinematografía de Moscú.

Ahí realizó sus primeros trabajos académicos de cine: “La llovizna”, “La muerte de Artemio Cruz” y “La Plaza Roja”. Durante su estancia en Rusia trabajó como asistente de dirección en la película “Viviremos hasta el lunes”, del cineasta soviético Vladislav Rostroski.

Tras su regreso a México comenzó a dar clases en el Centro de Estudios Cinematográficos, actualmente Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM, así como en la Universidad Iberoamericana. Hizo su debut en la cinematografía nacional en 1971 con la película “Muñeca Reina”, una adaptación del cuento de Carlos Fuentes protagonizada por Ofelia Medina y Ricardo Rocha.

A ésta le siguieron las cintas: “La casa del sur”(1974), “Llovizna” (1977), “Cómo fui a enamorarme de ti” (1989) y“Esperanza “, entre otras.

Siempre Olohovich escogió temáticas de actualidad, es decir, eternas, con unas filmaciones, tomas, dollys e iluminación, etc., que si hubieran sido hechas con la tecnología actual, con la que algunos mexicanos “de moda” están ganando premios al por mayor dentro del cine Hollywoodense e internacional, Sergio sería el más premiado, ya que para un servidor es el mejor director cinematográfico de México, pero le tocó otra época en la que ni siquiera en el país fue valorado en su enorme tamaño como realizador.

Desde los años sesenta fue un activo promotor contra la política de “puertas cerradas” del sindicato de productores, sección directores, es decir, la negativa al ingreso de nuevos talentos a la industria cinematográfica mexicana, por el control que ejercían en el gremio distintos personajes forjados en la llamada época de oro del cine mexicano.

En este mismo tenor fue promotor de cooperativas cinematográficas formadas por la unión de cineastas y productores contra la corriente de producciones de baja calidad prevaleciente en el cine de México en los años setenta.

Entre los reconocimientos que la obra de Sergio Olhovich ha obtenido están: El “Ariel a la Mejor Película por “Esperanza”, el “Ariel al Mejor Actor” para Manuel Ojeda, por su papel en la extraordinaria película “El infierno por todos tan temido”, que si fuese estrenada el día de hoy y con la técnica de actual sería de asombro para el mundo (1979) y el “Ariel a la Mejor Canción” para Leonardo Velázquez, por “Bartolomé de las Casas” (1993).

En 2015, Sergio Olhovich fue galardonado con la “Medalla Salvador Toscano” al mérito cinematográfico otorgada por la Academia Mexicana de las Artes y Ciencias Cinematográficas y la Cineteca Nacional.

Desde el 2015 imparte clases en el Centro Bicultural Ruso-Mexicano.