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Comienza en febrero la construcción de 23 mil viviendas sociales en Campeche: ¿quiénes serán beneficiados?

Cultura

Defender la vida

Ivi May Dzib Apuntes de un escribidor

La ilustración nos muestra a un bebé como de 9 meses, ya formado y a punto de nacer diciendo desde el vientre de la madre: “Ayúdame, no te quedes callado, no permita que me maten, estoy pequeño, no puedo hablar y quiero vivir”. Entiendo que quien comparte este tipo de imagen para generar “conciencia” y evitar que se despenalice el aborto, lo hace más por ignorancia que por dolo, porque siendo estrictos al bebé de la ilustración nadie lo va a matar (salvo que alguien, ya sea el personal del hospital o la madre incurran en una negligencia), ya que está bien desarrollado y ya casi a punto de salir al mundo. La despenalización del aborto tiene como objetivo que éste se pueda realizar durante las primeras 12 semanas de embarazo y si un feto durante ese periodo ya está desarrollado de la manera en la que lo sugiere el dibujo, e incluso formulando este tipo de pensamiento, entonces hay que llamar urgentemente al departamento de ciencias más cercano, ya que entonces habremos dado un paso evolutivo sin precedente. El punto es que somos aficionados a poner nuestros prejuicios en boca de los infantes, ya sea propios o ajenos, lo mismo sucede con la literatura para niños, donde muchos “supuestos” autores se valen de sus prejuicios para querer controlar el pensamiento y comportamiento de los pequeños queriendo emitir juicios propios que pasan como suyos. Es fácil reconocer cuando un adulto habla desde sus propios intereses sin conocer siquiera lo que desea el niño. Pero, bueno, se supone que con eso de que cada quien piensa lo que quiere se puede hacer abominaciones como éstas, que son de muy mal gusto.

En Oaxaca el congreso aprobó la ley que despenaliza el aborto, esto provocó que los que están en contra se alteraran y los que están a favor en otros Estados se ilusionaran con la posibilidad de que esto pudiera para en toda la república. Como era de esperarse, los más alterados son los panistas y los priístas quienes siguen creyendo ciegamente que la mujer está obligada a parir sin importar las circunstancias de su embarazo o el libre albedrío de las personas.

En nuestro Estado, como era de esperarse, grupos de los llamados provida realizaron una marcha en la que expresaban su repudio por la posibilidad de que la mujer pudiera decidir sobre su propio cuerpo, ya que su lógica establece que después de ser fecundada el cuerpo de cualquier mujer tendría que pertenecer al Estado, tal es el nivel inquisitorio de la derecha, que la panista Rosa Adriana Díaz envió una propuesta al congreso que se pondrá a discusión, en donde pretende que las mujeres embarazadas sean vigiladas para que no interrumpan su embarazo y poder detectar si alguien decidió abortar para acosarla judicialmente.

En la marcha provida no faltaron los niños y los bebés de familias acomodadas o de clase media que mostraban orgullosos a sus pequeños para que los demás entendieran lo bonito que es la maternidad, es obvio que el mensaje de la derecha, es el mismo de siempre: Hay que dejar nacer a los hijos para que sean carne de cañón en nuestras batallas, no importa lo que ellos quieran sino que estén ahí, creyendo en lo que nosotros creemos aunque no tengan edad para saber qué es, para que adoren a nuestros Dios y con eso se afiance la confianza de que todo mi egoísmo será perdonado y que explotar a otro se hace en nombre de la familia. Hay que defender el derecho a la vida sin amor, sin dinero, sin comida, sin esperanza, sin oportunidades de empleo, sin un padre que se preocupe por los hijos, sin personas que eviten que trabajes en las calles o seas agredido sexualmente por la instituciones que se supone se encargarán de cuidarte por la orfandad. Y uno le podría seguir pero para qué, en realidad todas estas personas que están contra la despenalización del aborto son las que terminan no teniendo corazón, unas porque crecieron repitiendo un discurso aprendido y están tan adiestradas que les es imposible salir de él, otros porque piensan que sus circunstancias son las mismas que la de los demás y para rematar, hay quienes piensan que Dios se los agradecerá en la otra vida.

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