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Cultura

Carlos Santana, el mexicano más conocido del mundo

Conrado Roche ReyesChicanos triunfadores en el rock intermacional

No existe hoy día, año de 2019, un mexicano más conocido mundialmente que Carlos Santana. Es músico, toca la guitarra eléctrica y es nativo de Autlán, en el estado mexicano de Jalisco.

Muy joven, Santana aprendió a tocar el violín en su tierra natal, ya que su padre tocaba dicho instrumento en un mariachi. En 1955, su familia se muda a Tijuana; por entonces su principal influencia era otro chicano: Ritchie Valens. Allí tocó con su primer grupo, llamado Los T.Js, en el cual era bajista e interpretaban lo más popular del rock.

En dicha ciudad fronteriza fue puliendo su técnica y estilo actuando en diversos bares. En 1961 se trasladó con su familia a San Francisco, California, en pleno nacimiento del movimiento contracultural en Estados Unidos. En esa urbe, cuna de los hippies y en aquel momento de una inmensa variedad musical, tierra de oportunidades para los músicos de rock, se nacionalizó estadounidense en 1965.

Su primer trabajo fue, como el de muchos compatriotas, de lavaplatos.

Su inicio en la música fue providencial. Carlos era un asistente frecuente a todos los conciertos que se efectuaban en el mítico Filmore West. Estaba programado Paul Butterfield, pero no pudo asistir por enfermedad. Entonces, el dueño y promotor del local, Bill Gram, reunió a una improvisada banda con músicos que el conocía, pero necesitaba a un guitarrista. Entonces alguien sugirió el nombre de Santana y Gram estuvo de acuerdo. Durante la improvisación, la guitarra y el solo de Carlos llamó la atención del público.

En 1966, con otros músicos callejeros como él, formó la Santana Blues Band. David Brown (bajo), Marcus Malone (percusión) y Gregg Rolle(voz principal y órgano). Cambió su estilo de manera por demás original al mezclar el rock con ritmos afrocubanos y rock latino, pasando a llamarse la agrupación simplemente Santana

Tres años después, Santana firmó con la grabadora CBS, con la cual duro veinte años. Formó una nueva alineación con el baterista Mike Srieve, así como al percusionista nicaragüense “Chepito” Areas.

Bill Gram siempre confió en esta peculiar fusión y aseguró al grupo participar en el gigantesco Festival de Música de Woodstock. Fueron una grata sorpresa para los quinientos mil asistentes, y en lo medular, el solo de once minutos de Santana en la pieza Soul Sacrifice. Graban su primer LP incluyendo la inmortal Evil ways.

El repentino éxito de la banda presionó a los músicos, quienes querían tocar lo de su origen: hard rock. Santana, sin embargo, querría ir más allá de su amor al rock y al blues y quería imponer elementos más jazzísticos, así como su creciente espiritualidad. Sin embargo, su segundo álbum Abraxas, mezcla de rock, blues, jazz salsa y otras influencias, fue bien recibido, refinando el sonido de la banda. Aquí están los éxitos más conocidos de Santana: Oye cómo va y Black magic woman. Santana tuvo siempre problemas con los demás miembros de la banda y así fue como para los ochenta, ya era totalmente otra agrupación.

Después de una serie de vaivenes, tanto musicales como espirituales (llegó a cambiarse el nombre al de Devadip), Gram lo devolvió a la realidad, ya que las ventas de sus discos se desplomaban.

Carlos Santana, a pesar de todo, siguió siendo un ícono de la música contemporánea de rock, al grado de que en 2016 el guitarrista Alex Ligertwood, el cantante Tony Lindsay y Roual Rkow dieron un concierto en honor de Carlos Santana en España. Ese mismo año, se une con los miembros originales de la banda para un álbum y una gira. Su último disco hasta hoy es Africa Speaks, de 2019.

No hay vuelta de hoja, es el mexicano más popular y conocido del planeta Tierra y uno de los guitarristas más innovadores en el universo del rock, introduciendo matices latinos al mismo.

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