Conrado Roche Reyes
III y última
Días atrás conversábamos con el escritor yucateco Jorge Luis Canché Escamilla.
P- Los amaneceres, ¿qué son para tí?
R- Son esperanzas de vida, regalos de la madre naturaleza, agradecimientos para seguir en este mundo terrenal, tareas por realizar, oportunidades para amar, sentir, compartir, servir y dar. Razones para ser, proyectos para hacer e impulsar, oportunidades para algún ideal, nueva vida para empezar.
P- ¿Es posible acallar por unas horas el dominio de la razón?
R- El propio no, el de los demás quizá. El propio no, porque está uno en la conciencia de su ser y actuar, en pos de lo que es bueno y lo que es malo. Por lo tanto, aún contrariamente a lo que manda la razón, está ahí inherente, no se puede borrar, aun cuando sea tu interés callarlo. El de los demás quizá, a través de la fuerza del poder, sea entre físico, mental, psicológico mental etc., esto es el sometimiento, aunque la razón del otro prevalezca. Aunque así quedara otra pregunta. ¿Por cuánto tiempo?
P- ¿Se puede por medio de la palabra situarnos en el centro del Universo?
R- Desde el punto de vista poético ¡claro que se puede! Metafóricamente podemos hacerlo las veces que deseemos hacerlo. Las palabras expresadas a partir de nuestros sueños y sentires permiten eso y mucho más. Aunque a decir verdad, científicamente son las palabras y el conocimiento que se tiene de la materia en ciernes, me parece también que es posible hacerlo.
P- Chichén es una de las “maravillas” del mundo moderno. ¿Te dice algo, te emociona el título nuevo de “maravilla?
R- ¡Qué novedad! ¿No crees? Para los que somos de esta tierra y esta cultura, sabemos que Chichén siempre ha sido una maravilla, al igual que la cultura maya. ¡Qué tristeza que hasta hace poco las autoridades se dieron cuenta de su existencia! Ahora podrá saberse en qué condiciones se encuentran realmente los herederos de nuestra cultura.
P- ¿Un sueño inalcanzable?
R- Vivir cien años más.
P- ¿Uno posible?
R- Realizar un libro de poesía.
P- Economista de profesión, director un tiempo de la FEUADY. Se pusieron de moda entre los políticos, y estos no tienen muy buena fama. ¿Amas tu profesión?
R- Así es, hay que distinguir a los economistas que se preparan científicamente a través del estudio de la teoría económica, de aquellos que, además, tienen la tarea y el compromiso de tomar decisiones en la conducción de una nación o país. Al no resolver los problemas que enfrenta el país en relación con la desigualdad, marginación y pobreza, ante la existencia de un modelo económico excluyente, los economistas dirigentes han caído en desgracia. Lo cual no quiere decir que sea derivado de la ciencia económica y que ésta no aborde los problemas mencionados y sus posibles soluciones. Son los intereses, siempre los intereses, los que se anteponen al bienestar del hombre.
P- ¿Qué preferirías: democracia sin libertad o libertad sin democracia?
R- Ni uno ni otro. Lo primero nos lleva a la dictadura y la segunda a la anarquía, en que ambos, los que han salido ganando, de acuerdo con las experiencias que se tienen, han sido los empresarios, de allí que se mantengan al paso de los años. Los grandes perdedores, se quiera o no, han sido los excluidos, los marginados, los que hoy reclaman mejores condiciones de vida.
P- ¿Has leído “El Capital”?
R- Sí. Prácticamente fue nuestro libro de cabecera durante la carrera de Licenciado en Economía en la década de los setenta, aunque, a decir verdad, lo consulté aún más después de haber salido de la escuela, aunque no por mucho tiempo.