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Cultura

El tendido de rieles

Por Joaquín Bestard Vázquez

Ramoncito, hijo de Ramón y nieto de don Ramón, fundador con sus dos hermanos, don Pedro y Matías, de la dinastía Bech, y quien para escapar de la locura Bech se fue de Beyhualé a trabajar en el tendido de rieles de los Unidos de Yucatán, prometió jamás volver al pueblo y cederle todo a los hermanos, hasta la parte que le correspondía de la locura.

Ya en Beyhualé les empezaron a llamar los estrafalarios y divididos en dos bandos, los ricos y acomodados y los pobres y fregados; se alineaba por la parte Bech fregada, los negados por la diosa fortuna, quien nunca lo tomó en cuenta. Contó alguna vez que el ferrocarril llegó a Huhí. Y el tramo faltante hasta Sotuta se terminó en el año 1911. Como dato curioso porfiaba que el 7 de enero de 1912 salió el primer tren a Sotuta, que él fue como fogonero, porque las máquinas consumían leña.

El tren salió con cuatro Pullmans y doce coches de primera. El Gobernador, doctor Nicolás Cámara Vales, rompió la botella de champaña en la trompa de la locomotora 25, lamida por varios borrachitos, cuyos nombres más vale ignorarlos por su cochinada. Hablaron las señoritas Trinidad Pereira y Dolores Mendoza para suavizar tan desagradable suceso. El director de la escuela, don Luis Gamboa, y el Gobernador se vieron en la necesidad de apuntalar el horror y asco de las damitas. Se ignora hasta hoy, aunque existen firmes sospechas del empleo de poemas alusivos a tan magno evento.

Loor al caballo de hierro que un día lejano visualizó la vieja de Maní, sin tener visión —eso sí— de las ensalivadas que le dieron los hijos de la guayaba.

Maximito Koyoc

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