Cultura

2 de Mayo: Día del Teatro Regional

Este día, 2 de mayo, se celebra el Día del Teatro Regional. Pocas entidades o países tienen este tipo de teatro, y la raigambre del teatro regional yucateco, que tiene ya alrededor de cien años de existencia. Su origen es, como en muchas de las obras de este tipo de hermoso teatro, de una espontaneidad que asombra.

Nos alegra sobremanera el hecho de que se dedique un día a nuestro teatro regional, ya que de ahí salieron personajes inolvidables que reflejaban el alma, el sentir y la sutil denuncia, porque aunque actualmente es de otra manera la temática, hace años el teatro regional era esencialmente un teatro de denuncia. Lo social, la desigualdad se desarrolla de manera por demás graciosa entre las casas y el habla del yucateco o entre los exóticos paisajes de la hacienda o las pequeñas comunidades rurales.

Su origen es, al parecer, una divina casualidad. Sucede que Pepe Talavera tenía una compañía de zarzuela y operetas trashumante. Hacía giras por el interior del estado. Pero fue en la comunidad de Oxkutzcab que la temporada, dado los llenos de todos los días, tuvo que reinventarse y continuar pero ya no solamente con las obras del género chico español, que estaban muy “choteadas” –como decimos en Yucatán–; entonces se tuvieron que improvisar autores, los cuales llevaron al escenario, improvisando situaciones a partir de la observación de la vida cotidiana, los sucesos inmediatos en la sociedad. Se imitaba fielmente las costumbres de la región. Evidentemente, los actores también fueron capaces, con una gran capacidad de síntesis, de imitar todo aquello, chismes y actos sociales. En realidad, de este modo se fue conformando lo que fue nuestro teatro regional.

Pepe Talavera tuvo la brillante idea de crear al Inc., representante de la raza, quien una mezcla de ignorancia y sinceridad, saliendo de esto una catarata de chistes. El uinic vestía con el pantalón enrollado de manta, las alpargatas (xanakeuel), su mandil de cotín y sombrero de guano, y siempre tenía una compañera. Una actriz con un habla, como todos en escena, evidente y claramente yucateco. Y así fue como fueron saliendo libretos escritos, muchos de ellos a mano y con lápiz.

El investigador de este nuestro teatro, Fernando Muñoz Castillo, un erudito en el tema, tiene un libro extraordinario acerca del teatro regional yucateco.

Don Daniel Herrera crea años después al mestizo citadino. Con albo pantalón, camisa bien planchada y paliacate en el bolsillo trasero. Aquí ya estamos hablando de una creación teatral en toda forma, incluyendo música con los mejores compositores de la época. Crea a la inmortal Familia Chulim, un libreto graciosísimo que incluso fue llevado al cine, pero sustituyendo a “Cheto” por un actor fuereño. “Las aventuras de Dzitrillo y Huachehuech”, una saga que se transmitía por radio y que fue un verdadero éxito.

La compañía de Cholo, el último de los grandes, mantuvo esa flama original, podríamos decirle ya clásica de nuestro querido teatro, con algunas modificaciones que lo modernizan un tanto, pero sin bastardear lo clásico del teatro regional. Sus actuaciones han sido las más exitosas. Antes, sus ancestros cercanos ya habían incluido a toda la gama de la gente del pueblo, lo popular por delante, como lo era el chino, el turco, el tatich, el dzul y el mestizo de ciudad, que hablaba de tú, ya que creció entre los “niños”, con los dzules.

Esto es en esencia nuestro teatro regional. El afeminamiento, que ahora es lo de moda, nunca fue contemplado en lo que sería clásico de este tipo de teatro. Sin embargo, a la gente, a cierta y mucha gente, gusta este tipo de personajes, que emplean incluso un idioma que no es muy yucateco que digamos. Pero ahí está presente y no se puede cerrar los ojos a un hecho real y cotidiano.

Felicitamos esta iniciativa y deseamos de todo corazón no solo el resurgimiento del teatro regional, sino su eterna vigencia.