Luis Carlos Coto Mederos
408
Yo no como…
Yo no como el carpintero
porque tiene duro el pico;
yo no como del perico
porque pone en agujero.
Yo no como del carnero
porque echa el cuerpo pa´tras,
yo no como el alcatraz
porque no me da la gana,
y no como de la rana
porque cae escarranchá.
Yo no como de la lisa
porque es un peje liviano
que pasa de mano en mano
y a todos les causa risa.
Yo no como longaniza
porque parece majá;
yo no como el alcatraz
porque no me da la gana
y yo no como la rana
porque brinca escarranchá.
Anónimo
409
Las peripecias de Chucho
Chucho es un viejo chofer
que demuestra su adelanto
desde Encrucijada al Santo
en su carro de alquiler.
Llegó a la piquera ayer
y después que pregonó,
seis pasajeros montó
como norma establecida,
arrancó el “hierro” enseguida
y su viaje comenzó.
Allá en el Circuito Norte
donde el tramo está mejor,
Chucho acelera el motor,
el calor no hay quien soporte.
El habla y brinda su aporte
comentando un incidente
Dice: Yo si soy prudente,
treinta años al timón
y con la satisfacción
de no tener accidente.
Así en la conversación
rápido el tiempo pasó
y en el carro se escuchó
un rugido, una explosión.
Chucho se aferra al timón
y sus precauciones toma;
suda frío, hace maromas
y dice a sus pasajeros:
¡Agárrense caballeros
que se ha explotado una goma!
Cuando al borde del desmayo
detiene su carro Chucho:
Esto, que yo soy muy ducho;
esto, que soy un caballo.
Se tira a observar el fallo
con nerviosismo ligero
y con sumo desespero
después del susto pasado
el neumático explotado
estaba en el maletero.
Mamerto de Andrés Arroyo
410
Perrofobia
Velpino, ya en mi morada
es imposible vivir,
pues no me dejan dormir
los perros de mi barriada.
Esta fauna trasnochada
me quiere cerrar el paso,
mudarme ha sido un fracaso
porque ayer Consuelo fue
a quejarse al Comité,
pero no le hicieron caso.
Si oyeras esta algarada
nocturnal que tanto aterra,
los aullidos de una perra
cuando se halla enamorada.
Siempre por la madrugada
se alborota el gallinero,
anoche a un perro huevero
le tiré un seborucazo,
pero ya no tengo el brazo
de cuando era pelotero.
Ahora una vecina mía
compró una perra de raza
y por eso la amenaza
es más seria todavía.
Dar cuenta a la policía,
esas son cosas de Juan,
yo estoy preparando un “jan”
que será mi arma de guerra,
porque va a casar la perra
con un pastor alemán.
Por estos canes malvados
que siempre están en vigilia
tengo toda la familia
con los nervios alterados.
Ya estamos acostumbrados
a dormir unos instantes,
porque nuestros visitantes
emiten ciertos ladridos
que lastiman mis oídos
como pérforo-cortantes.
Pablo Díaz Díaz