Manuel Tejada Loría
Notas al margen
La historia literaria de Yucatán no podría comprenderse en su totalidad de no ser por las innumerables agrupaciones que han surgido como parte del trabajo artístico que encuentra en la colectividad, el espacio idóneo para mejorar la calidad literaria de los textos, y reconocerse parte de una generación. Pienso, por ejemplo, en “Voces verdes”, que apareció en la mitad del siglo XX como grupo y con la edición de una revista literaria del mismo nombre. Sus integrantes fueron: Alberto Cervera Espejo, Roger Cicero McKinney, Fernando Espejo Méndez, Raúl Renán, Alberto Peón Solís y Jorge Rosado Torres. Décadas después, en los setenta, emergió el taller “Platero” que aglutinó en diferentes momentos de su existencia a escritores como Juan Duch Gary, Francisco López Cervantes, Rubén Reyes Ramírez, Humberto Repetto Ortega, Jorge Gónzález Acereto, Irene Duch Gary, Luis Ramírez Carrillo, Arathy Mendiburu y Roger Campos Munguía. Las décadas posteriores, incluyendo el cambio de siglo y sus primeros años, este panorama no ha sido distinto. Grupos literarios conviven con escritores independientes, que escriben en maya, español o inglés, y entre ellos, escritores de distintas generaciones, estados, incluso países. La vida literaria de Yucatán hoy es prueba de la diversidad social y contemporánea.
Uno de los grupos literarios de este siglo y de referencia en Yucatán, es la Red Literaria del Sureste Nuestra América, el cual cuenta con una existencia de poco más de una década pero con un camino visible en la difusión y promoción de la literatura en la entidad. Desde su inicio aglutinó no únicamente a escritores, sino también a profesionales de la literatura, humanidades y ciencias afines, promotores apasionados del libro y profesores que han tenido el firme objetivo de promover la literatura. Este año han renovado para bien su dirigencia, retomado con bríos sus “votos literarios”, y van con toda la intención de concretarse como una asociación civil que dignifique la labor del escritor, la literatura misma y coadyuve con las instancias oficiales dedicadas a la cultura escrita. Desde luego este nuevo impulso ha propiciado una renovación integral, principalmente de integrantes que se suman a esta nueva etapa. Según nos comentó la actual presidenta de la Red Literaria del Sureste Nuestra América, la escritora Rosely Quijano León, la agrupación cuenta actualmente con 28 miembros.
Será interesante observar cómo se insertará nuevamente esta agrupación en los procesos literarios actuales, tanto para la formación y crecimiento de sus propios integrantes como para la promoción de la literatura. En un marco de cambio y transformación social y política, la tendencia de los grupos y asociaciones literarias está orientada a un contacto más directo con la sociedad, tanto para la difusión literaria como (y principalmente) para el fomento a la lectura. A su regreso a escena la Red Literaria del Sureste convivirá con otras agrupaciones en constante actividad como el Centro de Experimentación Literaria, Taller Hipogeo, y Atorrantes Escritores. Desde luego, la coexistencia de diversos grupos no debe representar fragmentación en el entorno literario (situación que tanto dañó en el pasado), por el contrario, debe significar la pluralidad de voces y propuestas encaminadas a un mismo objetivo.
Para contactar y conocer más a fondo las actividades de la Red Literaria del Sureste Nuestra América, puede escribir al correo [email protected] o bien, visitar su red social en Facebook: www.facebook.com/redliteraria2019