Emiliano Canto Mayén
Al maestro José Enrique
Serrano Catzim
Alejo Dancourt, médico francés llegado a Yucatán en los albores del siglo XIX, ejerció un papel determinante en el desarrollo de la enseñanza de la medicina y en la modernización de las prácticas hospitalarias de Mérida. Nació en Ruán, la ciudad de los cien campanarios, a fines del siglo XVIII, y fue hijo de Pierre Dancourt y de Marie Angélique Bernard.
A causa de la Revolución francesa emigró a América el año de 1795. En el puerto de La Habana conoció a Benito Pérez Valdelomar, funcionario español que al ser nombrado capitán general y gobernador de Yucatán le encargó en 1802 la campaña contra una epidemia de fiebre amarilla que asolaba la Península.
Establecido en Mérida, el 8 de abril de 1809 contrajo nupcias en la parroquia de Santiago de Mérida con María Rita Cobá, con quien tuvo una hija llamada María Felipa de Jesús, nacida el 30 de enero de 1810 y bautizada el 6 de febrero de 1810. Al parecer también tuvo un hijo de nombre Manuel José.
De acuerdo con el testimonio de José Julián Peón, Dancourt tuvo un particular interés por la mineralogía, ya que en cierta ocasión el cura Pedro Hurtado le entregó una piedra metálica encontrada en el camino que iba de Peto a la hacienda de Hobonil y de inmediato procedió al análisis de la composición de esta. También consta que, para 1813, Dancourt llevaba quince años investigando la lepra, trabajo que lo llevó a sostener que esta enfermedad no era contagiosa.
En cuanto al desempeño de su profesión, cuando la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna llegó en 1806 a Yucatán, Dancourt quedó como conservador de la vacuna de la junta de vacunación en Mérida. La década siguiente, en 1813, formó parte de la junta de sanidad del Estado. En marzo de 1824, al reorganizarse la universidad literaria perteneció al grupo de los doce doctores fundadores y presidió el primer claustro de esta casa de estudios. El mismo año se incorporó a la universidad revalidando sus estudios en medicina.
En 1826 formó un proyecto para fundar una escuela de medicina y cirugía que el gobernador envío al Ayuntamiento de Mérida. En 1832, junto con el doctor Juan Hübbe, formuló un dictamen sobre las precauciones que se debían tomar en contra del cólera, por lo que al año siguiente se le designó coordinador y supervisor de las cuatro secciones con médicos y hospitales en que se dividió la capital yucateca ante esta epidemia. El 1.º de noviembre de 1833 fue nombrado rector de la universidad y falleció el 13 de diciembre siguiente, víctima de la misma enfermedad que combatió hasta los últimos momentos de su vida. Es de lamentar que la obra de este galeno francés sea tan poco conocida en la entidad en la cual tanto trabajó por el mejoramiento de las condiciones sanitarias, la enseñanza de la medicina y por el bienestar de su población.