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Cultura

De los salbutes a la pizza y otras delicias

Por Roger Aguilar Cachón

Nuevos hábitos alimenticios

Es necesario realizar un ejercicio mental que nos transporte al siglo pasado, para hilvanar la manera en que nuestros hábitos alimenticios han ido cambiando con el paso de los años. Para bien o para mal, como resultado de la globalización o simplemente a consecuencia del desarrollo de la humanidad, la alimentación de los yucatecos de este nuevo siglo ha modificado en buen porcentaje las formas y maneras de alimentarse.

Si bien es cierto, desde temprana edad y hasta donde la memoria es capaz de hacer que me traslade a una parte de mi niñez, he de comentar a mis caros y caras lectoras, que las personas con más de medio siglo, hemos podido constatar y ser testigos de cómo pasamos de los salbutes y tamales a las grandes comidas gourmet que se nos proporciona en nuestra ciudad.

En los albores de la adolescencia del de la letra, después de haber ido a la preparatoria -corrían los años setenta—, se podía ir a comer algunos tamales, salbutes, polcanes o bien panuchos en alguna de las fondas -no se llamaban así, sino loncherías- que estaban instaladas en los principales parques o barrios de nuestra otrora blanca Mérida. Aunque también hay que mencionar que ya pululaban por aquellos años los famosos hot dogs.

Recuerdo que por la casa del de la tinta, había la posibilidad de ir al parque de san Jerónimo o bien allá por la glorieta del Fogón o a la lonchería Palomo, allá en el parque de san Cristóbal, a degustar los platillos regionales antes mencionados. Aunque también podía uno degustar un delicioso caldo de pavo. Huelga mencionar que también había otras loncherías de postín en el parque de san Sebastián, en el de san Juan y también en los alrededores de la Plaza Grande. Por mencionar uno, con el Chino, donde se expendían salbutes y panuchos de abolengo.

Con el paso de los años y al llegar a los años ochenta, se comenzó a popularizar las famosas y deliciosas pizzas, como las de la Pérgola, Messinas, Faustos y una que se desarrolló y gestó allá al sur de nuestra ciudad, donde se alteraron algunos ingredientes de este famoso plato italiano, al que se le agregó frijol y carne de pavo, me refiero a los pizzanuchos (del famoso Marrero, allá por el sur de nuestra ciudad), combinación de pizza y panucho, mismas que a pesar de los años transcurridos sigue vigente.

De esta manera comenzamos a agregarle a nuestra dieta de masa, las harinas, que sin ningún problema las adoptamos como nuestras; posteriormente o me parece que al mismo tiempo, comenzaron a surgir los restaurantes dedicados a las hamburguesas -aún no estaban las transnacionales que hoy conocemos- y recuerdo una muy famosa por el tamaño de las mismas, que se necesitaba cortar para poder consumirlas. Me refiero a un establecimiento que ya pasó a mejor vida: Tommy’s. Hay que mencionar que además de los puestos móviles donde se pueden saborear las famosas hamburguesas, hay franquicias que ofrecen una variedad amplia, pero de precios un poco altos.

No sé, realmente, en qué momento, pero creo que en un abrir y cerrar de ojos, nuestra ciudad se pobló y repobló de nuevas franquicias y lugares destinados a la venta nocturna de comida rápida y otras no tan rápidas, que nos hicieron pasar tragos amargos y otros no tanto para poder asimilarlos en nuestro organismo, mismos que actualmente forman parte de nuestra dieta habitual.

Ya cenamos tacos de variados estilos, colores y con sazón de países lejanos, si queremos sentirnos orientales -no de Tizimín- sino allende el mar, hay una gran variedad de sushis, y también comida a base de pescado. De igual manera no solamente podemos degustar en un solo sitio mariscos -como antaño en aquel Soberanis de la calle 60- sino ya hay una amplia gama de lugares que sirven de día y de noche,

No hay parangón en la comida, si queremos sentirnos harbanos e ir a comer sobre un camello, también hay una variedad de restaurantes con comida árabe; también hay argentina, para los que gustan la carne en sus variados cortes; la comida germana también se hace presente en nuestra ciudad. al igual que se come en Boston u otro lugar en los Estados Unidos, aquí también podemos acceder a la comida rápida norteamericana, además que tenemos comida francesa y china.

Pero si queremos volver a nuestra raíces, hace poco llegaron para quedarse a nuestra ciudad y a nuestro gusto, restaurantes que expenden antojitos a base de masa, como las famosas gorditas de una tía que están rellenos de variadas carnes o bien las quesadillas –esas que venden en un lugar con un nombre relacionado con un jardín, pero que cada pieza tiene valor que se cotiza con la bolsa.

El sabor brasileño también está presente en esta ciudad, ya que tanto en nuestra bella Prolongación del Paseo de Montejo como en los rincones del norte de nuestra ciudad, también se puede encontrar este tipo de comidas que se presenta en una gran gama de variedades, también hay comida de tipo peruano, sin olvidar la famosa comida china, con tanto arroz como pueda usted imaginar. Mucha variedad de carnes y cortes finos.

Para sentirse un poco norteño, habrá que acudir a un restaurante, pequeño y familiar (de Edgar Boffil Aguilar, primo del de la tinta) Los Burritos, situado en el poniente de nuestra ciudad, donde se puede degustar un buen burrito de variada carne, acompañado de las salsas de rigor y un buen guacamole con su gran tortilla elaborada de harina de varios sabores. Cabe mencionar que el propietario fue un antiguo músico del famoso grupo musical Los Babys.

También hay que señalar antes de terminar la presente nota, que en esta ciudad se han asentado en diversos puntos, tanto en el norte como en el poniente, una serie de tiendas dedicadas a la venta de donas, ¡sí, apreciados lectores!, de aquéllas que sólo tenían azúcar y se conseguían a bajo precio en las panaderías, hoy son un postre gourmet, además de un costo un poco elevado se pueden encontrar de diferente glaseado y rellenos, al punto que las hay de pizza y otros elementos.

Así es mis caros y caras lectoras, hemos realizado un viaje gastronómico en nuestra ciudad, de lo que se puede ofrecer más allá de los tacos de relleno y de cochinita, y de salbutes y panuchos. Desde luego que habrá más opciones, pero para muestra un botón.

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