Ivi May Dzib
IV y última
En esta nueva saga aparecen nuevos personajes que se relacionan con los de antaño para cerrar todos los cabos sueltos de una historia que tiene como eje central el apellido Skywalker. La Saga de los 70-80 tenía como protagonista a Luke Skywalker y cómo logró convertirse en Jedi, ayudando a su malvado padre a redimirse orillándolo a un último acto de bondad al matar al emperador. La saga de los finales de siglo XX y principios del XXI tenía como protagónico a Anakin Skywalker y cómo de ser un niño predestinado a ser quien equilibrara la fuerza, terminó convirtiéndose al lado oscuro y ayudó a casi extinguir a los Jedi. Esta nueva saga cerraría el ciclo y tenía aparentemente como protagonista a otro Skywalker, Ben, hijo de Leía y Han Solo.
Ben ha hecho a un lado su legado y se ha convertido al lado oscuro convirtiéndose en Kylo Ren, alumno de Doke y encargado de hacer que la rebelión liderada por su madre sucumba para siempre. Pero se enfrentará con Rey, una chatarrera galáctica quien terminará siendo la protagonista de esta saga, ya que tiene una singular sensibilidad a la fuerza, por lo que tiene habilidades Jedi sobresalientes sin haber sido entrenada. A Rey se le suma Finn, un clone tropper que logra tomar conciencia gracias a la fuerza y deja de obedecer órdenes para unirse a la causa rebelde, a éstos se les suma Poe, un piloto dotado que es rescatado por Finn cuando creía que todo estaba perdido.
El episodio VII nos presentó a estos nuevos personajes y como ya hemos dicho, su argumento era una calca del episodio IV, con el añadido de que los personajes de las viejas películas, como Leía, Luke, Chuwaka y Han Solo estaban de regreso, fue en este episodio que la muerte de Han Solo en manos de su hijo Kylo Ren sorprendió a todos, y se empezaban a cerrar ciclos.
El episodio VII fue el que enfureció a los fans no sólo por la muerte y sacrificio de Luke Skywalker, sino porque parte de la propuesta de la película era mostrar a un Luke arrepentido y dudoso por su papel como mentor de su sobrino Ben. Incluso el propio actor Mark Helmill estaba inconforme con el destino del personaje. El odio que los fans sintieron por esta película titulada Los últimos Jedis, fue tal que cuando el director Rian Johnson estrenó este año su película Entre navajas y secretos, algunos de los fans de Star Wars hicieron un boicot posteando en redes sociales el final de la película para que con ese spoiler el público se alejara de la taquilla.
Se dice que ante este enojo generalizado, se pidió a J. J. Abrams que hiciera una última entrega que complaciera a los fanáticos, y fue así como en El ascenso de Skywalker, J.J. Abrams y el guionista Chris Terrio apelaron a la nostalgia, al traer de nueva cuenta a personajes como el Emperador Palpatine, Han Solo (como un espíritu que se le aparece a su hijo Ben), Luke Skywalker o Lando Calrissian, el filme jamás terminó de arrancar.
Aquí se plantea que el Emperador Palpatine nunca murió sino que se escondió en un lugar excluisvo de los Siths donde se está regenerado, pero necesita a Rey, quien ahora se sabe es su nieta, para que ella gobierne el lado oscuro.
La trama y resolución terminan por ser muy precipitada y despierta muchas dudas, como por ejemplo, ¿en qué momento el Emperador Palpatine se tomó el tiempo de procrear y con quién lo hizo? Esta es como una de las lagunas más evidentes de la propuesta de Disney, si viéramos con ojo de lupa todo lo que sucedió en el episodio IX no terminaríamos de cuestionar la lógica interna de Star Wars, de ahí que una novela posterior titulada The Rise of Skywalker: Expanded Edition, en la que confirma que Nien Nunb murió durante la batalla de Exegol y otros detalles que el público no termina por enterarse debido a que la película intenta ponerla fin a tantos espacios vacíos.
Los fans de hueso colorado han defendido el episodio IX bajo el argumento de esa nostalgia perdida y por algunas sorpresas sobre los orígenes de Rey, pero otros lo han odiado quizá más que la anterior, pero una cosa es cierta; esta última película cierra con dignidad toda la saga, solo hay que dejarse llevar y pasar por alto algunos errores de lógica interna para que la obra cobre sentido. Porque es imposible dar sentido a una mitología que nació con inconsistencias, creo que este final logró, por lo menos, acercarse un poco a la magia de la fantasía de aventuras.