Cultura

'Flor Negra”

Fernando Muñoz Castillo

La flor negra entre los mayas es la vainilla, conocida también como la orquídea mexicana. Con la vainilla se endulzaba el chocolate.

Y fue así como Ramón Valdés Elizondo tituló la primera novela de una trilogía, sobre la historia de la madre del Enano de Uxmal, antes de ser la temida bruja de Uxmal. Aunque el dramaturgo de la novela, Mariano Menchú, nunca explica el significado sagrado del nombre del personaje principal.

La dirección de Juan Antonio Llanes es, como siempre, buena, con calidad y sobre buenos cimientos de conocimiento escénico.

El problema es que los actores, en su mayoría, no tienen la preparación suficiente como para poder elaborar, construir, realizar los personajes, mas la excepción hace la regla y Katenka Angeles (Flor Negra/Boox Nicté) es una buena actriz que puede con su actuación dar cohesión al trabajo en escena de sus demás compañeros.

La mayoría, repiten en ese tono grave y profundo de voz, como si fuera de ultratumba, los textos. Nunca he entendido por qué cada vez que se hace teatro de reminiscencias precolombinas, usan ese tono de voz tan solemne y falso.

Aquí el problema es que no pueden mantener ese estilo en la voz, y entonces vienen los problemas de irse más arriba o venirse más abajo, y se vuelve aquello la imagen de un sismógrafo en pleno terremoto.

Al no tener una preparación actoral, la mayoría de los actores y la actriz Geygi Canul no pueden dominar los movimientos producto de la expresión corporal que el director quería… y todo se vuelve disforme y cuasi ridículo.

Da una gran tristeza ver el esfuerzo y el trabajo de un excelente director escénico, perdido por falta de preparación actoral, volviendo el trabajo que debe ser realizado por profesionales, en una velada escolar que, por supuesto, en su contexto tiene un valor y encanto como tal.

El vestuario se ve tieso, se mira acartonado, los penachos están bien diseñados, pero parecen de hule espuma que ya se secó por el tiempo, entonces, cuando caminan, parece que se van a caer a pedazos porque están cuarteados. Los colores son oscuros, muy oscuros, y los penachos precolombinos eran de plumas de colores vivos, de aves hermosas como el quetzal o el pavo de monte, o de colibríes y otros pájaros de nuestra fauna; ya sabemos que los mayas traían de otras regiones del continente, plumas, piedras y otras maravillas, porque nuestros navegantes eran grandes comerciantes.

Lástima que nunca se diga en los programas de mano, de quién es la música que escuchamos.

El texto habla de tatuajes realizados en el cuerpo de Flor Negra, por los brujos malignos que la quieren sacrificar y de los que ella escapa, sin embargo, no existe ningún tatuaje en su cuerpo, más que un dibujo del signo de infinito en uno de sus brazos.

Mucho esfuerzo y buenas intenciones para el resultado que ahora vimos.

Realmente, como público entendí que estaba presenciando un working progress. Por eso es que pienso que en un tiempo cercano, podremos ver la verdadera puesta que dirigió Juan Antonio.

Dejé para el final hablar de la hermosa ceiba que sirve de escenografía en la obra, y que se debe, al igual que las máscaras, a Elmer Tun y a Sandra Aída Castro.