Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Del panorama decimístico cubano del siglo XX (6)

1257 Canto de amor a Matanzas (fragmento)

Plácido te dio sus venas y Lola Cruz su perfil, Byrne te dio su viril poesía sin cadenas. Sobre clásicas arenas te erigió Fernando Lles, y todavía, a través de la noche, se presiente acodándose en el puente el alma de Milanés.

Así te quiero: sobrada de glorias y cosas bellas… Te quiero por las estrellas de tu noche reposada. Te quiero por la punzada más pura de mi dolor; y te llevo en mi interior, para cuando esté dormido, recuerdes que te he querido con este canto de amor.

Néstor Ulloa

1258 Ofrenda (fragmento)

Tórtola que a mi palmar le abriste su primer aula, ya sé qué sueño de jaula no te dejó regresar. Por eso a orillas del mar te invoco en mis barcarolas. El sol de las caracolas me recuerda tus mejillas y un rumor de redondillas moja tu nombre en las olas.

Luego mi sueño siguió también por otro camino, tal vez borracho del vino que tu ausencia me sirvió. Entre cien muros vivió como el insomnio de un preso, hasta que te hallé en el beso que más se espera y se agranda, el que la patria nos manda cuando no hay otro regreso.

Joaquín Rieumont

1259 La batalla (fragmento)

De tanta nocturna huida queda siempre otra hermosura, sueño imposible que dura entre la muerte y la vida. Ya para mí en la perdida ciudad que el azar inmola, no quiero más que la sola comunión de la mirada, con la memoria callada anegándome en su ola.

Que si al cubrirme no ciega la orfandad donde resido, iluminando el sentido que el alma a la entraña niega, será porque algo la apega en su esencia al centro oscuro, será que, al morir, maduro la nostalgia de su abismo, separado de mí mismo por insaciable futuro.

Cintio Vitier

1260 A Matanzas (fragmento)

Matanzas, voy por tus calles, tus colinas y tus ríos, a ver si los sueños míos se despiertan en tus valles. Me acerco un rato a Versalles para aprenderme su aliento, pues, desde que me hizo el cuento de sus hogares de ancianos, se me llenaron las manos de arena, piedra y cemento.

Matanzas, si tú me alcanzas este favor que te pido, seré un canto repetido en tus oídos, Matanzas. Seré de puños y lanzas si te cerca un laberinto. Mírame así, muy distinto a como otros me ven, por ser pluma de Rubén, de Plácido y de Jacinto.

Pablo Cazola Solís

1261 No están tus ojos (fragmento)

Te has ido, mi ángel, no llores, que te llevas mi hora buena, llorar es cosa de pena que no quieren nuestras flores. Aquí se quedan amores en la espera de lo amado; un ángel bueno me ha dado noticia en sueño feliz, que vendrás y harás tapiz con las rosas que han quedado.

En los ojos de tus flores quedaron sueños despiertos y algunos muñecos tuertos por falta de tus amores. Hoy vi en el mango temblores que yo sé, fueron las aves por la lluvia que tú sabes. Eché barcos de tus juegos: ¡qué lejos, qué tristes ruegos porque volvieran tus naves!

Modesto San Gil Hernández

1262 A mi madre

Yo sé que a la lejanía le dice que yo no voy, sin embargo, sé que estoy pensado en ti, madre mía. Tu ansiedad y mi alegría son de nuestra vida parte, pero temo al encontrarte que un beso vuele ligero, llegue a tu lado primero y no me deje abrazarte.

Radeúnda Lima

1263 Mi desafío al sinsonte (fragmento)

Eres un fuerte rival, sinsonte de dulce trino, pero a mi garganta vino a moler caña el central. Las abejas de un panal, con miel mi voz endulzaron, y mil palomas volaron al sentir mi clarinada, y dio más luz la alborada cuando mi canto escucharon.

Radeúnda Lima