Cultura

Emilio Said y Ximena Gamboa, artistas yucatecos ganadores del Bienal

Los artistas yucatecos Emilio Said Charruf y Ximena Gamboa Nieto, ocupan los primeros primeros sitios en Jalisco.
El pintor ganó en la categoría de creadores consolidados. / Cortesía

La V Bienal de Pintura José Atanasio Monroy fue fructífera para el arte creado en Yucatán; tras darse a conocer los resultados que contempló a 825 artistas emergentes y 381 consolidados, los nombres de Ximena Gamboa Nieto y Emilio Said Charruf se colocaron en las primeras posiciones, respectivamente.

El certamen organizado por Cultura UdeG y el Centro Universitario de la Costa Sur, con sede en Autlán, Jalisco, también contó con la colaboración de la Secretaría de Cultura de aquel estado.

La participación de este año fue histórica, que registró la colaboración de las 32 entidades federativas y reunió 2 mil 634 obras, lo que significó el doble de la edición pasada y que se atribuye a la pandemia del coronavirus.

Entre ellas destacaron Espacio resultante de arquitecturas que se encuentran, de Said Charruf, y Farbe und Bewegung, de Gamboa Nieto.

Al ser entrevistado para el periódico POR ESTO!, Emilio Said Charruf comenta de inicio que la distinción, tanto para él como para Ximena, es un logro oportuno para el arte yucateco, pues desde su perspectiva, en artes visuales, música, literatura, danza o teatro, se está teniendo “una presencia importante nacionalmente”.

“Concebir a Yucatán como un centro neurálgico de arte contemporáneo en México, es lo que nos corresponde. No es una esperanza o utopía, sino que hay que asumirlo como tal para ir en esa dirección”, comenta.

Personalmente, le da gusto que la Escuela Superior de Artes, la Universidad Autónoma de Yucatán y diversos talleres independientes, encuentren cabida y espacios a pesar de la pandemia y las “condiciones de guerra en las que siempre trabajamos”, agrega.

Espacio resultante de arquitecturas que se encuentran, es un óleo sobre lino de 190 x 130 cm. que realizó en 2019. Es resultado de un proceso largo de una “producción como mecanismo de investigación”, es decir, trabajo simultáneo de medios como la pintura, gráfica, instalación y nociones arquitectónicas, fusionadas a una investigación formal y teórica.

“Esta pieza refleja varios estados o sentidos de mi trabajo”, explica Emilio Said, y agrega que el primero es un resultado reflexivo de Archer’s Paradox, pieza hizo con Javier Álvarez en las inmediaciones de la ESAY.

A esto se suman sus pensamientos sobre la arquitectura como “tridimensional, volumétrica, física y tangible”, piensa en ella como la forma de entender el sonido: la arquitectura sonora.

Todo esto impactó en su pintura, que se vio inmersa en un juego de multiversos, principalmente en la lectura de la pieza. “Tengo que aplicar todo el camino recorrido: la suma de años del taller de grabado, de la docencia, la práctica de la arquería. Cada una tiene una aportación”.

Siendo específico del cuadro ganador, comenta que buscaba una “nueva piel o manera de entenderme ante la obra. Comprendí que más que una representación fiel de la arquitectura o espacio utópico que percibo, esto era uno más complejo: un Espacio resultante de arquitecturas que se encuentran. Resulta más un concepto que una forma identificable”.

Sobre el escenario caótico, que parece explotará en el rostro del observante, fue determinada por su formato y el planteamiento de una atmósfera que contará con una paleta cromática que respondiera a un espectro de temperaturas y ambientes. Formas poliédricas ocres y azules, convergen entre los layers negros, blancos, rojizos y plateados, este último refleja una brillantez.

Respecto al tiempo durante el cual creó la obra, comenta que es relativo; si bien mantuvo una relación directa con el lienzo y poco a poco fue creando cada una de las capas, había ocasiones en las que era recomendable alejarse un poco, o incluso darle la vuelta y respetar que nuevamente se presentase la ocasión para entrar por “sus puertas”.

Finalmente, comenta que al llegar una distinción de esta índole, él ya está concentrado en el siguiente proyecto. “Estoy concentrado en unos pasos distintos a los que corresponde con la obra que fue premiada. Ahora sigo aprendiendo de esta pieza, y se vuelve un indicador o mecanismo de autoconocimiento. Nunca trabajo en la zona de confort, rehúyo a un estilo que puede identificar mi trabajo, lo que podría tener ventajas comerciales o identificación en un sistema del arte global, local o nacional. No, estoy dispuesto a asumir las mutaciones y los cambios a los que me lleva mi investigación y la propia obra”.

Junto con Emilio Said, también fueron premiados Verónica Gabriela Conzuelo Macedo y Luis Valsoto.

A partir de este jueves, se inauguró la exposición de las mejores 68 piezas del certamen, que estará montada físicamente en el Centro Universitario de la Costa Sur.

Por Gibrán Román Canto