Cultura

Chapultepec será biocultural

El megaproyecto "Chapultepec: Naturaleza y Cultura" cuenta con una inversión de más de 940 millones de pesos.
Gabriel Orozco asegura que el proyecto no ha sido interpretado correctamente por la oposición. Foto: Cortesía.

Una “grieta de comunicación”, es como describe el artista plástico Gabriel Orozco, lo que representa el megaproyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, y lo que interpretan quienes exigen la presentación total del plan maestro.

En entrevista para Reforma, en su rol de coordinador general explicó que por su naturaleza es complejo darlo a conocer en una sola sesión, pues se integra de múltiples elementos que su equipo de trabajo, al cual denomina Taller Chapultepec, aún continúa desarrollando.

Con un presupuesto de más de 940 millones de pesos, ya en marcha y con intervenciones realizadas y planes en las cuatro secciones que componen al bosque, ha recibido múltiples ataques y campañas en contra, provenientes de vecinos, intelectuales, ambientalistas y por supuesto, el gremio cultural.

Tanto Orozco como quienes enarbolan al plan Chapultepec: Naturaleza y Cultura, están conscientes que tienen obligación de convencer sobre su alcance y presentar oportunamente los avances, así como el correcto uso del dinero público.

Insiste en que uno de los términos centrales es lo biocultural, el cual no ha permeado lo suficiente. Sería falso creer que su propuesta solo es cultural.

Si un sector específico del gremio piensa que el presupuesto asignado es en realidad el dinero que erogarían fideicomisos o instituciones de la Secretaría de Cultura, “me parece un error de percepción”, aseguró Gabriel Orozco.

Detalla que, si se toma en cuenta que es un proyecto prioritario, es importante resaltar que de ese total del presupuesto sólo una tercera parte correspondería al ámbito cultural y las otras dos a restauración ambiental y accesibilidad social.

El especialista en restauración ambiental Roberto Lindig, responsable en materia dentro del proyecto, aseguró que si bien, ciertas zonas de Chapultepec poseen un buen estado de conservación, es indispensable una restauración.

Acompañando a Orozco en la entrevista, el también fundador del Laboratorio de Ecología de Restauración de la UNAM, que forma parte del Centro de Investigaciones den Ecosistemas de la misma institución educativa, añade que es “necesario intervenirlo”, más en la tercera sección, donde se puede perder el dosel arbóreo.

Una considerable cantidad de eucaliptos están muertos y otros más correrán la misma suerte; de continuar así hay altas probabilidades de que deje ser de un bosque urbano y aumenten las tasas de erosión.

Lindig y su equipo de trabajo, diseñaron un mapa que zonifica al área de acuerdo su uso. Las situadas a vialidades grandes como Periférico y Constituyentes, así como las que están en contacto directo con lo urbano, son zonas de Amortiguamiento. Las que mantienen un ambiente natural en su mayoría y no requieren de intervención, son de Conservación. Mientras que en la primera y segunda sección de Chapultepec se hayan zonas con recintos culturales, como museo y el Centro Cultural del Bosque; esas son las Cultural.

Pero hay una cuarta categoría, la Biocultural. Ahí existe o se desarrollará la actividad cultural, pero con una “integración completa del entorno”; casos claros son las zonas con lagos de la Primera y Segunda secciones.

En el caso de Chapultepec, no se puede preservar solo a la naturaleza o la cultura.

La zonificación hecha al bosque tiene como fin que en un futuro desaparezcan las primeras tres clasificaciones y solo prevalezca la Biocultural.

“Deberíamos empezar a cuestionar esa relación jerárquica (la cultura es superior a la naturaleza), una no es más importante que la otra”, explica el restaurador ambiental.

Gabriel Orozco finalizó la entrevista insistiendo en que el proyecto no es privativo de la comunidad cultural, pues Chapultepec es un espacio público para la sociedad en general y la mayor parte del presupuesto se invierte en una restauración ecológica urgente. “Con esta implementación y restauración y, evidentemente el eje cultural, con la implementación de sus nodos, (el proyecto) está diseñado para ayudar a soportar, a sustentar esta rehabilitación ecológica y su proyección como bosque urbano y social que asegure tener Chapultepec en el siglo 21”, concluyó.

Entre las acciones que ya están acordadas y que no afectarán ecológicamente al bosque, resaltan la nueva sede de la Cineteca Nacional y una Bodega Nacional de Museos abierta al público. En ambos casos se prevé que se utilicen inmuebles ya existentes o subutilizados.

Por La Redacción