Ivi May DzibApuntes de un escribidor
El pasado miércoles 5 se conmemoró el aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917, la cual estuvo a cargo del entonces presidente Venustiano Carranza, la fecha pasó inadvertida ya que el día feriado fue el lunes 3 para que se pudiera realizar los ya acostumbrados puentes o fines de semana largos, los cuales empezaron en el 2005 durante el gobierno de Vicente Fox. Como se recordará, los días en los que según la Ley Federal de Trabajo y la Secretaría de Educación Pública se realiza un descanso obligatorio pasaron de ser el día en el que se conmemora a correrse al lunes para con eso empatar con el fin de semana, de tal manera que el descanso fuera sábado, domingo y lunes. Esto tenía como pretexto beneficiar a los empresarios que tenían su negocio en centros vacacionales y turísticos, ya que según el gobierno panista, dicha medida permitiría reactivar la economía de esos lugares, además de permitir a las familias de poder tomar unas vacaciones, como siempre lo educativo pasaba a segundo plano.
Andrés Manuel López Obrador lamentó que los niños y jóvenes en las escuelas ya no tengan en claro las fechas históricas que se conmemoran, ya que ahora hablan del “puente” más que de cualquier otra efeméride, sobre todo porque se entendía que el asueto era consecuencia de tan importante fecha, pero ahora la fecha no corresponde al día de descanso, lo que minimiza los hechos más importantes de nuestra historia. De ahí que AMLO anunciara que presentará una iniciativa para que durante el próximo curso escolar se acaben los puentes y se conmemoren las fechas históricas en su día.
Hay quien asegura que esta iniciativa afectará el rendimiento escolar de los niños y quien dice esto seguramente es un burócrata que no sabe cómo funciona la escuela, Felipe Calderón dijo que era un grave error, ya que afectará a las familias que usan esos puentes como única posibilidad para poder vacacionar, no sólo la falta de calidad moral sino también el entender que Calderón está más a favor de los intereses de los empresarios y delincuentes que de la población y las familias, lo que da pie a no tomar en serio su discurso.
Pero hay una cosa que sí nos tiene que hacer ruido de todo esto, ¿conocen los adultos en general, incluyendo a los maestros, lo que significan las fechas festivas de nuestra historia?, porque me ha tocado ver a profesores y docentes que minimizan la historia o confunden las fechas, y lo peor de todo, es que sin espíritu crítico se quedan con la historia oficial, con aquellos cuentos de hadas que nos vendieron desde la escuela disfrazando las barbaries que se han producido en el país. Por ejemplo, hay quien sigue creyendo que los Niños Héroes es un pasaje histórico que nos muestra el valor y el sacrificio que se hace en nombre de la patria, cuando en realidad es un episodio en el que podemos ver la negligencia del Estado que dejó que se masacrara a unos cadetes, casi unos niños, y que con fines nacionalistas el mismo Estado le añadió elementos ficticios disfrazados de “historia oficial” a ese hecho, lo cual predomina en el imaginario.
Lo mismo sucede con la Independencia o la Revolución, seguimos viéndolo como unas guerras liberadoras en que unos héroes nos “salvaron” de “españoles malos” y de “dictadores voraces”, cuando en realidad fue un reacomodamiento de clases, donde algunos estaban inconformes por no tener su cuota de poder; nos quedamos con la imagen de Madero cuando hablamos de la Revolución Mexicana, cuando en realidad fue un cúmulo de traiciones en busca del poder y que terminó con el nacimiento del PRI.
Tampoco basta con la propuesta de AMLO para que la historia no quede en el olvido, en el imaginario, no es sólo no trabajar y no ir a clase lo que hará que valoremos y entendamos los procesos históricos que nos llevaron a este presente. Se tendría también que vivenciar la historia en la escuela, encontrar las estrategias que permitan que conozcamos, entendamos y cuestionemos a los héroes que nos dieron patria porque se trata de hacer crítica a la sociedad, no de cegarla.