Ivi May Dzib
Cuando preguntas a un niño qué libro quiere leer o que le leas, una de las peticiones más comunes son los cuentos o libros temáticos sobre animales, particularmente insectos y dinosaurios, pero hay también un gran interés por los libros que traten de algún oficio.
Los niños entre los 4 y 10 años se interesan mucho por todo lo que tenga que ver con un proceso mecánico en el cual se obtenga algo útil. Es muy común que los niños se queden absortos observando al electricista, al señor que repara el refrigerador o el aire acondicionado, a los reposteros, los bomberos, los carpinteros, los policías, hasta los taqueros, sobre todo a los artesanos que están entre sus favoritos. Pero esta observación enfática no la hace por molestar ni incomodar al trabajador, está leyendo el cuerpo, particularmente las manos, el niño se maravilla al ver cómo la habilidad de las manos adultas va creando o reparando algo. “Está padre ver cómo de los hilos y las manos de mi mami van saliendo los pájaros y las flores que borda en los vestidos”, dice una niña de 8 años sobre el trabajo que realiza su madre.
En esta edad, los padres de familia o adultos cercanos se vuelven héroes por su trabajo, ya que es la edad en la que van descubriendo al ser humano como ente creador y ellos, al ver que de las manos o la voz de los adultos se hacen cosas nuevas, bonitas, útiles, seguras, los más pequeños creen que se está haciendo magia… la magia de los adultos.
Y la mejor manera de que ellos vayan descubriendo sus habilidades “su propia magia” es por medio de la lectura, que luego se convertirá en juego, y ahí iniciará su trabajo: comenzar a explorar su entorno y explicarse el cómo los adultos van creando cosas y si ellos pueden y quieren hacer las mismas.
Los trabajos del campo, granja y fábricas son particularmente fascinantes para los niños, por todas las herramientas y habilidades que se utilizan, porque entonces los retos se convierten en juegos, además de que les da pie a muchas opciones divertidas que bien pueden ser alimentadas a través de cuentos y narraciones sobre oficios, para que ellos tengan más elementos de exploración.
Los libros de ciencias, específicamente los que tratan de historiadores, antropólogos, biólogos, médicos, astronautas, matemáticos y científicos, también son una gran opción, al igual que los libros de las diferentes disciplinas artísticas.
El enriquecer la biblioteca del aula, la personal o la del grupo de trabajo con este tipo de textos, es una buena oportunidad para acercar a los niños a la vida y lenguas de pueblos indígenas, ya que los pequeños, a través del conocimiento del trabajo que realizan estos pueblos, pueden comenzar a tener gran respeto por sus tradiciones y son fuentes inmejorables de esa “magia” que los niños tanto desean comprender.
¿Se han preguntado por qué los narradores orales son tan fascinantes para los niños? Porque dentro de la inmensa cantidad de oficios y profesiones, el más impresionante es el contar historias, ya que de la voz y el silencio surge una multiplicidad de mundos.
Eso es lo que debemos entender a la hora de leer estos textos sobre oficios y profesiones, ya que los niños desean saber de dónde vienen esas habilidades, y si ellos son capaces de hacerlas, si ellos tienen “esos dones”, estas lecturas los ayudarán a conocerse, a responderse y a preguntarse nuevas cosas.