Cultura

Fernando Muñoz Castillo

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Qué mala actriz ha sido y sigue siendo la pobre Demi Moore.

Acabo de ver una cinta llamada El Séptimo Sello, con una buena trama y un gripo de malos actores que estremecen más que los sellos que se abren por el enviado divino.

El único que se salva es el adolescente judío.

Sin embargo, la historia es interesante y nos aguantamos hasta al final. Y creemos que al morir en la cinta Demi Moore, no se fue al cielo, sino al infierno con todo y bata clínica y tics propios del personaje de la Chilindrina, sí, niña horrorosa y chillona del programa El Chavo del 8.

Si usted no me cree, véala y después revise un programa del Chavo y verá.

2

¿Se acuerdan de la sensual actriz Dorothy Malone, la clásica rubia arribista que se casa con el hombre malo de mucho dinero de las películas de los 50, y que le hace la vida imposible al galán?

Siempre hizo ese papel de mujer calculadora, fumadora empedernida, envuelta en pieles, así fuese en pleno verano, bebedora de garganta profunda y con una promiscuidad sexual que ya la hizo arrasar con todos los varones del pueblo del Sur de los Estados Unidos.

No tenía ni grandes senos, ni hablaba como niña, ni se contoneaba como si tuviera un motor en las caderas, ni jugaba a buscar un sugar daddy.

Dorothy era una mujer hecha y derecha que su sola presencia hacía estremecer a los varones de la sala de cine.

¿Qué habrá sucedido con esta güera que forma parte de una colección de rubias hollywoodenses?

3

Para todos los que admiran a Emiliano Zapata, es necesario que lean Zapata, novela escrita por Miguel Angel Palou: “Valiéndose de la estructura y de las nociones de verdad y de historia en el corrido mexicano, Pedro Angel Palou se encara con una de las figuras centrales de la historia de México, revelándonos el complejo caleidoscopio de sus hazañas, sus dudas, sus batallas”.

Esto es lo que leemos en la contraportada de la edición de bolsillo que publicó Editorial Planeta, bajo el sello editorial Booket.

Ya que tratar de conseguirlo bajo otro sello editorial, resulta bastante caro hasta llegar a costar: 3 000 pesos. Esta novela es bastante reveladora en cuestiones íntimas de Emiliano, aunque nunca le da el lugar que posee dentro de la nobleza precolombina. Ni tampoco cuenta de los préstamos que su pueblo hizo al banco de los Braniff y nunca pagó ni intereses ni devolvió el dinero dado.

Datos que se encuentran en archivos históricos del país y varios estudios realizados en el INAH. Estas partes, lo único que hacen es mostrarnos a un Emiliano de carne y hueso y no al súper héroe de estampita, con que quieren vendérnoslo.

Algún día superaremos el miedo inescrutable que nos da como mexicanos ver los lados de luz y los de oscuridad de nuestros héroes y personajes célebres. Y los de nosotros mismos, seres cotidianos que habitamos este país.

Roger Bartra ha escrito sobre el tema. Mucho mejor que Octavio Paz.

Sano ejercicio histórico y literario Zapata, de Miguel Angel Palou.