Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

El siglo de oro del repentismo en Cuba (25)
Fernando García: Nació en Sabanilla, Matanzas en 1934. Fue conocido como el poeta de la ternura. Cantaba desde los siete años de edad. Alcanzó un estilo muy sólido combinando elementos de la oralidad. Fue escritor y profesor de profesores. Murió en Matanzas en 2004.


Tema: El viento

Fernando García vs

Este fragmento de controversia fue cantado en Güines, La Habana, el 24 de noviembre del 2001. Tomada del libro “El Arte de la Fugacidad” de la investigadora Patricia Tápanes Suárez.

Fernando García
El viento, la cabellera
le ha despeinado a la palma
y, a veces, bate en el alma
cual si un enemigo fuera.
En tarde de primavera
he disfrutado su azote,
pero me llega en un brote
un fresco desde el palmar,
cuando me pongo a empinar,








José Enrique Paz
El viento, que sin protesta,
pasa lento o apurado,
se levanta en cualquier lado,
pero en ninguno se acuesta.
Es una canción de gesta
para un trino siboney
y aquí, donde no hay más ley
que la estrofa que se arraiga,
ojalá el viento me traiga








Fernando García
El viento es murmurador
cuando, en la noche de calma,
juguetea con la palma
o despetala una flor.
¡Ah!, pero el viento es terror
cuando viene aciclonado,
porque trajo demasiado
vigor un ciclón impío,
allá tengo el suelo mío:








José Enrique Paz
El viento, que sin un grito,
pone las velas en copa,
fue el amigo de mi ropa
cuando yo era un guajirito.
Dejó en mi cerebro escrito
lo noble que a veces era
y, al venir a la carrera,
a veces se detenía
al ver a la madre mía








Fernando García
La palma, por la fiereza
del viento su cuerpo inclina,
igual que una campesina
lavándose la cabeza.
Luego tu tallo endereza
como desafiando al cielo
y cuando parte del suelo
se le pinta de arrebol,
con la toalla del sol








José Enrique Paz
Me gusta el viento que llega
por el lomo de los llanos
sin necesidad de manos
y los cabellos me riega.
Me gusta el viento en la vega
sin un violento ademán
y desdeño el huracán
que se acerca aciclonado
para romperme el sembrado








Fernando García
El viento tiene el empuje
de nuestra naturaleza
cuando, bajo su fiereza,
el roble más fuerte ruge.
No hay un pintor que dibuje
lo que él pudiera aportar;
hasta el más viejo palmar
solloza al amanecer
cuando él empieza a mover








José Enrique Paz
Me gusta, con su reflejo,
ser viento de la campiña,
cuando le dice a mi niña
lo que le grito de lejos,
si no rompe los espejos
del río que a veces toco.
Sin embargo, no lo invoco
cuando viene furibundo,
dándole golpes al mundo








Fernando García
El viento mueve y se mueve
como un loco, desde luego,
lo mismo te agita el fuego
como derrite la nieve:
Con fuerza enorme promueve
la estrechez sobre la caña.
Cuando él impone su saña
el mundo queda inconforme,
porque el viento es el enorme








José Enrique Paz
Hay un viento de alegría
que es amigo del camino
y le quita al campesino
el sudor del mediodía.
Pero hay otro de osadía
que no habrá quien
lo comprenda,
recoge la mar sin rienda
y luego, como riposta,
la arroja sobre la costa









Fernando García
Para que la paz mundial
nuevos valores convoque,
es bueno que el viento toque
un laúd universal.
Cuando el mundo sea igual
a la hermosa tierra mía,
yo no dudo que ese día
de un sol hermoso y rotundo,
en la conciencia del mundo








José Enrique Paz
Para borrar una era
de guerras y de ambición,
vientos de revolución
se levantan donde quiera.
Ojalá que en esta esfera
que le niegan la verdad,
un viento de libertad,
puesto en contra de las balas,
arranque las hierbas malas