El siglo de oro del repentismo en Cuba (26)

Luis Carlos Coto Mederos
Ecos de mi tierra

Luis Alain Quintana Ruano: Nació en 1971, en Santa Cruz del Norte, La Habana. Rápido al improvisar y carismático, su poesía es dueña del tremendismo y la prosopopeya. Reside en Santa Cruz del Norte, La Habana.

Tema: La astucia (1)

Luis Quintana vs

Este fragmento de controversia fue cantada en la finca “La Milagrosa”, del municipio habanero Bejucal en el 2001. Llamemos la atención sobre la edad de Camargo, todo un improvisador, de catorce años. En esta primera parte hacen la introducción y manifiestan la mutua admiración que se profesan ambos contendientes. Tomada del libro “El Arte de la Fugacidad” de la investigadora Patricia Tápanes Suárez.

Luis Quintana
Aquí en esta Milagrosa,
con el cetro de la rima,
intento extraerle al clima
su etapa maravillosa.
El aire lento reposa,
pero ni un gajo atropella
al verme con una estrella
que apenas levanta el vuelo,
y ya tiene todo el cielo

Leandro Camargo
Estoy en La Milagrosa,
donde el ave de la rima
abre las alas y encima
del corazón se me posa.
Trataré de abrir la rosa
del amor en mi ventana
para ver si Luis Quintana
le hace con sus expresiones,
partos de constelaciones

Luis Quintana
Aquí en cada pensamiento
hay una flor que perfuma,
el cuento que la yagruma
le empieza a tejer al viento.
Avanza tranquilo y lento
el día que nos sofoca,
cuando con puño de roca
el laúd es un doctor
para quitar el dolor
que el silencio nos provoca.
Leandro Camargo
El día el silencio apoca
y las palabras se suman,
hay violetas que perfuman
los jardines de la boca.
Yo voy a gastar la roca
con el oleaje del clima
hasta que sobre la cima
el zunzún del pensamiento,
a la flor de mi talento

Luis Quintana
Tu flor, entre tantas flores,
nació con tan regio abono
que se alzó dueña del trono
de los grandes pensadores.
Estando entre los menores
tienes olor a puntal,
porque hoy mismo en Bejucal
dejan la tarde resuelta
los caramelos que suelta
tu piñata cerebral.
Leandro Camargo
Yo recordé a Bejucal
y mis frases se estiraron
cuando las nubes araron
las lomas de Paso Real.
En mi zunzún cerebral
observé con emoción
que esas alas de ilusión,
de sutil intrepidez,
andan con más rapidez,

Luis Quintana
Las lomas de Paso Real
estorban a la gaviota
por el cuerpo de la nota
de tu voz piramidal.
Tú eres de un parto genial,
algo así, un genio imprevisto;
yo tu familia no he visto,
ni a la que te trajo un día
que si se llama María,
tú debes ser Jesucristo.
Leandro Camargo
Tal vez no soy Jesucristo,
mas cuando me vuelvo loco,
estiro la mano y toco
lo que ni en sueños he visto.
En el pueblo donde existo
las montañas son palomas,
y con sus limpios aromas
no saben los gavilanes
que chocan como titanes

Luis Quintana
Tu loma tendrá una historia
de aspecto trascendental,
quien nace para puntal
trianguliza la memoria.
Hombres de tu trayectoria
precisan un monumento,
más de besos que cemento;
nadie con catorce años
cava túneles extraños

Leandro Camargo
Los túneles que en mi frente
florecen como un cantero,
le sirven de aliviadero
a la presa de mi mente.
Tengo una historia reciente
que aún ni la felicito,
mas cuando muera, Luisito,
si logro tocar la gloria,
el pueblo dirá la historia

Luis Quintana
El pueblo está sorprendido,
Leandro, con tu historial:
tú no eres algo normal
que muchos hayan vivido.
Tú debiste haber nacido
en el Coliseo romano,
pero el jefe soberano,
dándote olor a bohío,
te sembró en Pinar del Río

Leandro Camargo
Con la décima en la mano
me sembró en Pinar del Río
y creció en el pecho mío
la luz del punto cubano.
Yo soy un guajiro, hermano
de las pencas de mi techo,
que dan fama en este trecho;
justo me parecería
a un libro que todavía