Luis Carlos Coto Mederos
Ecos de mi tierra
1810
Tema: La astucia (4)
Luis Quintana vs
Leandro Camargo
Hemos querido terminar nuestra sección con esta larga controversia, por la juventud y la vitalidad de los poetas que la improvisaron. Muestra fehaciente de la salud que conserva el género en las nuevas generaciones, ya mucho más cultas, de los cubanos.
Luis Quintana
Yo, que he roto ventanales
del palacete de un mago,
que luego, herido, me hago
las vendas con los cristales,
Yo, que frené torrenciales
de las montañas de ayer,
yo, que puedo estremecer
con mi furia su cariño,
¿qué puedo hacer con un niño
que ha acabado de nacer?
Leandro Camargo
Mucho tú puedes hacer
con ese niño tisú
que hace lo mismo que tú
que ya empezaste a crecer.
Astucia debe tener
el que la cabeza usa,
no se da cuenta el que cruza,
de su alocado descuido,
que el lobo viene vestido
con traje de caperuza.
Luis Quintana
Jamás, Leandro Camargo,
pensé que iba a ser así,
esto de verte ante mí
pidiendo un camino largo.
Yo no quise vino amargo
brindarle a tu miniatura
y, sin cribar tu estatura,
tú sabes bien que yo puedo
enroscarte con un dedo
un culero en la cintura.
Leandro Camargo
Pero como la cultura
se ha asomado a mi jardín,
soy el mismo con o sin
el culero en la cintura.
Tengo que buscar la altura
de tus montañas que van
creciendo con mucho afán
a mi paso campesino,
que el que no pide camino
se muere y no se lo dan.
Luis Quintana
Tú eres niño todavía
y, cuando el triunfo te rete,
me vas a pedir un tete
en vez de una poesía.
Esa no es la intención mía,
de herirte con un puñal,
pero si me pones mal
con las corneas dilatadas,
se dormirán desgastadas
las lomas de Paso Real.
Leandro Camargo
Las lomas de Paso Real,
que son hijas de la rima,
hoy se han apoyado encima
de mi pequeño pañal.
No es que sea criminal
con mis propias esperanzas,
es que, a veces, con tardanza
de cercanías se visten
los kilómetros que existen
entre Pinar y Matanzas.
Luis Quintana
Nadie podrá mejorarte
porque, con la edad que tienes,
nadie ha frenado los trenes
que aceleran nuestro arte.
Tú solo vas a encumbrarte
y serás del mundo el centro,
yo cadáver no te encuentro,
yo no soy el que te mata,
yo dibujo una piñata
con ocho soles adentro.
Leandro Camargo
La piñata de tu año
un octosílabo es,
y yo hago una con diez
piñatas de ese tamaño.
Si tú eres oro y yo estaño,
si tú estrella y yo cocuyo,
si tú eres luz y yo arrullo,
si tú eres mar y yo río,
trata de entender lo mío
que yo comprendo lo tuyo.
Luis Quintana
Tú eres bueno, tú eres bueno
por todo lo que me das
y para siempre serás
antídoto del veneno.
Tú estás de bondades lleno,
igual que humana alcancía,
príncipe en la poesía
que enseña suprema clase
y, después que el tiempo pase,
serás mejor todavía.
Leandro Camargo
Tú eres bueno, tú eres bueno,
yo a tu frase le sonrío
porque no me ves vacío
cuando en verdad no estoy lleno.
Bueno tú, que ves el seno
del pueblo donde yo estoy,
más que bueno eres tu hoy
que estiras el subconsciente
para contarle a la gente
todo lo bueno que soy.
Luis Quintana
Eres bueno, eres espejo
para la futura infancia,
pero mantén la distancia
desde el contacto al reflejo.
Ahora te doy un consejo
para tu continuación:
si entras a este batallón
de selvático contrato,
muéstrale el colmillo al gato
y deja quieto al león.
Leandro Camargo
Ya llegaste a analizar,
ahora tu alma no está sucia,
ya comprendiste la astucia
que yo te quise enseñar.
Ahora sí puedes brillar
repleto de inspiración,
esa es la contestación
que debías hace rato:
dale tu colmillo al gato
y deja quieto al león.