Por Eloísa Carreras Varona
Correo desde la Isla de la Dignidad
A estas alturas el mundo ha sufrido el trágico impacto de la pandemia y ya para nadie es algo lejano o distante. Ese virus maligno lo ha trastocado todo y, asimismo, no podemos olvidar que se reproduce exponencialmente y con gran facilidad -las escalofriantes estadísticas diarias así lo confirman-, llegó a todas partes y aún no sabemos bien, ni cuándo ni cómo la ciencia logrará doblegarlo por completo, para que podamos volver a nuestras vidas; las que hemos construido y queremos seguir viviendo, aunque bien sabemos que -al menos por ahora- ya nada volverá a ser igual. Porque todo, nos guste o no, se ha vuelto al revés como en nuestra peor pesadilla postmoderna, en la que por ahora, lo deseable, bueno y normal, es estar aislado y en casa a causa de la crisis sanitaria; lo que ha conmocionado todos los valores que habían sido consagrados por la sociedad en este mundo ya globalizado.
Por mi parte, cuando el pasado 6 de marzo asistí a la inauguración de la Exposición “Cuba en POR ESTO!, un espacio para la verdad”, en la Galería “Carmen Montilla” de la Calle Oficio de La Habana, con motivo de los festejos por la celebración del 29 Aniversario de los diarios POR ESTO! y para hacer un reconocimiento especial a sus entrañables fundadores Don Mario R. Menéndez y Alicia Figueroa y una semana después presenté el Tomo 1 de la Biobibliografía de Armando Hart, en el marco de la Feria del Libro en Artemisa; no podía imaginar que estos eventos alcanzarían una relevancia extraordinaria para mi vida. Pues a consecuencia del aislamiento en el que nos colocó la llegada del coronavirus a nuestro país, ambas actividades fueron mi último contacto social, hasta que se consiga derrotar a la pandemia. A partir de entonces -como para cada uno de nosotros- mi rutina existencial cambió…, y en estas excepcionales circunstancias me costó dos meses encontrar un nuevo equilibrio, en el que sólo ahora he podido comenzar a escribir, retomar el trabajo, etc. Claro que durante todo este tiempo estuve consagrada a la protección total de las gemelitas; comprenderán que he tenido que ser más paciente, dedicar un mayor esfuerzo, cuidados delicados, extrema guarda y mayor tiempo para ellas, quienes por completo dependen de mí para su supervivencia.
Queridos amigos@s, por lo que con esta breve nota me disculpo por mi ausencia involuntaria y les ratifico que he regresado al trabajo, a POR ESTO! y a las redes sociales; los saludo y abrazo con el cariño entrañable de siempre y les agradezco vuestra preocupación. Igualmente, reitero las gracias y sumo mi más efusivo aplauso para nuestro Partido, Estado y Gobierno cubanos, para el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y para todos los protagonistas de la lucha contra la COVID-19 en Cuba y el mundo, por todo el sacrificio y el esfuerzo que hacen cada día por salvar a la humanidad.