Cultura

Trayectoria del Soneto en Cuba (55)

Luis Carlos Coto Mederos

Nieves Xenes

Nació el 5 de agosto de 1859 en las inmediaciones de Quivicán, La Habana.

Poetisa que a lo largo de su vida no mostró preocupación por la difusión y conservación de su obra poética, y mucho menos por los galardones o premios. En su poesía exalta las bellezas naturales de Cuba y el amor a patria.

Nieves Xenes vivió una existencia apasionada y romántica, incluso para la época. Frustrada en su amor se aisló del mundo, al punto que en sus últimos años hasta deja escribir presuntamente debido a la enfermedad de su madre y a la suya propia.

Desdichadamente la crítica especializada no es muy halagüeña con su figura literaria. José María Chacón y Calvo nos dice de ella después de haberla recogido en su importante selección de Las cien mejores poesías cubanas:

“Nieves Xenes resulta más interesante como personalidad, como temperamento, que como poetisa. No tuvo muy alto sentido de la elegancia, ni de la selección formal. Expresaba sus emociones, producidas casi siempre por el culto de una hermosura material, con ardor, con vehemencia, con simpática sinceridad, pero nunca pareció tener amplio dominio del instrumento de su arte”.

Falleció en La Habana 8 de julio de 1915.

1208Anónimo

No siento del amor la honda tortura

cuando contemplo con tenaz fijeza

la rara perfección de su cabeza

y su cuerpo de helénica escultura.

Como imprimiendo a su gentil figura

sello de augusta y varonil nobleza,

en su mirar de fúlgida limpieza

la luz del pensamiento no fulgura.

Al contemplarlo sin afán ni anhelo,

de un artista inmortal digno modelo,

su belleza magnífica que encanta

sólo en mi alma a despertar acierta

la admiración tranquila que despierta

la belleza del bruto o de la planta.

1209Boudoir

Del arte y la riqueza los primores,

blancas cortinas de ligero encaje,

caprichoso y magnífico mueblaje

de oro y seda de vívidos colores.

En un óleo se besan dos pastores

escondidos de un bosque entre el ramaje;

y airados luchan con igual coraje

en un grupo de mármol dos Amores.

Una ninfa gentil de porcelana

al viento esparce su cabello suelto

arqueando el talle en actitud graciosa.

Yacen en un diván dorado y grana

un libro, y un corsé blanco y esbelto,

y en un búcaro azul, muere una rosa.

1210Día de primavera

De la arboleda hojosa en la espesura,

blando suspira el viento entre el ramaje,

y los pájaros lucen su plumaje

cantando sus endechas de ternura.

Su monólogo eterno el mar murmura

balanceándose en lánguido oleaje,

y tiende de su espuma el blanco encaje

de sus orillas en la roca oscura.

Las flores se abren frescas y rientes

derramando su esencia embriagadora;

la nube, de matices relucientes

en el azul del cielo se colora;

y magnífico el sol lanza a torrentes

los rayos de su luz deslumbradora.

1211Julio

Ostenta el campo su verdor lucido,

de intenso azul el cielo se colora,

y el Sol vierte su luz deslumbradora

ardiente como el oro derretido.

Es un amante de pasión rendido

ante la hermosa Cuba a quien adora,

que a su ávida caricia abrasadora

abandona su cuerpo enardecido.

Y en languidez erótica postrada,

voluptuosa, gentil y enamorada,

a sus besos ofrece incitadores,

perfumados con lúbricos aromas,

ya los erectos senos de sus lomas,

ya los trémulos labios de sus flores.

1212Al pueblo de Cuba

Pueblo que ayer en lucha pavorosa

tu libertad sagrada defendiste,

no pierdas el derecho que adquiriste,

derrámame de tu sangre generosa.

No olvides en inercia vergonzosa

la empresa que valiente cometiste,

no abandones la senda que emprendiste:

¡cumple abnegada tu misión gloriosa!

Heroico paladín de santa idea

si grande como ayer en la pelea,

no te ciñas tú mismo tu mortaja,

no en mezquinas e inútiles porfías

agotes tus potentes energías.

Si libre quieres ser, piensa y trabaja