Cultura

La República de las Letras

Humberto Musacchio

El INAH y los recortes

 

El Instituto Nacional de Antropología e Historia tenía para este año un presupuesto de 3,918 millones de pesos, de los que gastó de enero a abril 1,547 y le restaban 2,363. Vino el recorte del 23 de abril que le quitó 739 millones y le quedan 1,623 millones, pese a que necesita el doble para cumplir con sus funciones. El director del INAH, Diego Prieto, anunció que pedirá 500 millones y que espera recuperar 400 más de los recursos autogenerados que retiene la Secretaría de Hacienda, pero en las actuales condiciones está por verse que ese dinero regrese al INAH. Frente a tanto desprecio hacia una institución clave de la cultura mexicana, destacados investigadores mandaron una carta a AMLO solicitándole que ya no recorte más el presupuesto del Instituto. Entre los firmantes figuran Eduardo Matos Moctezuma, Antonio García de León, Rodrigo Martínez Baracs, Bolfy Cottom y el gran Alfredo López Austin, quien declaró: “¿Ahorraremos los mexicanos al mantener un ente gigantesco que no puede cumplir sus funciones? No entiendo esta política destructiva”. Así o más claro.

Frausto ataca de nuevo

Alejandra Frausto, la Secretaría de Cultura federal, se pone generosa con dineros ya comprometidos, pues anunció que entregará a cada estado diez millones de pesos provenientes del fondo Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura (AIEC), para atender a creadores afectados económicamente por la pandemia. Titulares de cultura de 15 entidades le respondieron que ese dinero corresponde a proyectos que los estados presentan cada año “mediante reglas de operación precisas”. Incluso, en algunos estados ya está comprometido el ejercicio de la suma correspondiente de acuerdo con lo convenido desde el 17 de marzo. De modo que no se trata de “un recurso extraordinario”, declaró Mauricio Leyva, secretario de Cultura de Guerrero. Por esas jugarretas, el crítico musical Lázaro Azar informa que a la funcionaria (es un decir) ya le dicen Frau Stita, de frau, señora en alemán, y, suponemos, de stitico, que en italiano significa estreñido, en este caso con los dineros y las ideas.

En Jalisco, de a ocho mil

La Secretaría de Cultura de Jalisco informó que repartirá ocho mil pesos a cada trabajador de la cultura que lo solicite y hasta donde alcance el presupuesto, mismo que el señor gobernador redujo hace unos días. Un requisito para recibir la pachocha, el parné, la mosca o como le quieran llamar, es que el solicitante sea parte de algún colectivo (valga el empleo sustantivado del adjetivo), lo que en buen romance significa que quienes trabajan sus obras individualmente no tendrán el beneficio anunciado. Para colmo, el fondo dadivoso se integró con lo que, debido a la contingencia sanitaria, se dejó de pagar a cuentacuentos, bibliotecarios, coordinadores de talleres y profesores que trabajan por honorarios. Demagogia pura, pues le quitan a unos para dar a otros, pero no a todos.

Premio a petición de parte

La Secretaría de Cultura, el INBA, la UANL y la Sociedad Alfonsina Internacional publicaron ya la convocatoria del Premio Internacional Alfonso Reyes, que está dotado con 300 mil pesos y es para “humanistas de cualquier lengua y nacionalidad… que cuenten con una trayectoria notable” y una obra con repercusión en México. Quien postule a un candidato tendrá que hacer llegar a Bellas Artes currículum vitae del propuesto, nombre, teléfono, correo electrónico, premios y reconocimientos recibidos, identificación oficial, relación de sus merecimientos y carta firmada por el postulado, que deberá proporcionar (otra vez) nombre, identificación oficial “o acta constitutiva” (¿Juan Pérez, SA?). Cualquiera se preguntará para que quieren tantos requisitos si el premio es para quien tenga “una trayectoria notable” y, por lo tanto, conocida. Lo peor es que se exija al humanista de marras “carta firmada” en la que acepta ser candidateado, lo que equivale a una autopropuesta. Tan humillantes requisitos seguramente no se los exigieron a Borges, Paz, Carpentier o León-Portilla. Pero así se maneja la burocracia “cultural” de este sexenio.

Vuelve La dichosa palabra

El sábado pasado se empezó a trasmitir por el canal 22 la nueva temporada de La dichosa palabra, el exitoso programa en el que Laura García, Pablo Boullosa, Eduardo Casar y Germán Ortega nos ilustran con erudición, gracia y sin pedantería sobre el origen, evolución y buen uso del lenguaje. La emisión contará con secciones sobre bibliotecas personales, editoriales independientes, librerías de la ciudad de México y la función de los ilustradores en la producción editorial. De este modo, uno de los programas estelares del canal 22 entra en su temporada número 18. Las emisiones serán los sábados a las 20 horas (por el canal 22.1) y se retrasmitirán los miércoles a las seis de la tarde. La cultura no está reñida con la amenidad.

Breviario…

En el octogésimo aniversario del nacimiento del finado poeta Max Rojas, se publicará el libro Funerales del ahogado en la noche y otros textos inéditos. @@@ A punto de cumplir 103 años, murió don Alejandro Palacios Zapiáin, quien fuera fotolitógrafo de El Universal y La Prensa.