En el 2018, la compañía Créssida Danza Contemporánea viajó a la ciudad de Nueva York para participar en Celebrate México Now Festival con una producción llamada Nah’ (‘casa’, en maya yucateco). El compositor Carlos Nicolau sumó la música al equipo de más de 10 profesionales de la danza, quienes vistieron diseños del yucateco Aldrin Ayuso. Por un breve periodo, a partir del 19 de febrero a las 19:00 horas y a través de Facebook e Instagram (@MexicoNowFestival), se transmitirá la obra que, para la productora Lourdes Luna, es de las más significativas en su carrera.
Nah’, compartió Lourdes Luna con POR ESTO!, se desarrolló desde un trasfondo significativo y relacionado con la península:
“Fue la directora del festival, Claudia Norman, quien se acercó con nosotros para proponer la creación de una obra que estuviera inspirada en la cultura y la historia de la región. Ese año, el 2018, se designó como el año de las lenguas indígenas por la UNESCO. Tomamos la inspiración de muchos aspectos de Yucatán para la construcción de la obra, desde la mística, los colores, las texturas, los paisajes, la gente, sus costumbres… Todo esto está integrado con una visión contemporánea”.
Para musicalizar el proyecto, Carlos Nicolau, hizo una investigación para integrar, en los pasajes musicales, elementos que evocan los rasgos antropológicos de la región. Por otro lado, el diseño de vestuario estuvo a cargo del diseñador yucateco Aldrien Ayuso, que ha realizado todo su trabajo inspirado inicialmente por la guayabera yucateca tradicional, privilegiando el uso de lino y algodón.
En 2019, Nah’ se presentó en el Estado para inaugurar el Festival Yucatán Escénica. El año de la pandemia no frenó el proceso creativo. Durante 2020, Nah’ incrementó su duración, pasando de los 16 a los 60 minutos. La colaboración entre Nicolau y Luna fue virtual de principio a fin. Esta versión extendida también fue presentada en un escenario. Ahora, en las redes del Celebrate México Now Festival, se presentará la versión original, que, para Lourdes, es la más significativa de todas.
“Es una obra emblemática para nosotros -declara la entrevistada-, no sólo por su origen, sino por todo lo que trajo”.
Lourdes Luna encontró en la idea de la comunidad un hilo conductor para Nah’: “un rasgo muy característico que percibo en la sociedad yucateca es la cercanía de la gente, aunque no sean familia. En las comisarías, todo el mundo se conoce. Esta idea es central en la pieza: la comunidad unida que pasa por ciertas etapas y desafíos, y que, al final, todos continúan su trayecto en unión como comunidad. La imagen final [de Nah’] es que todos ponemos una hamaca en el escenario como si fuera una alfombra, como una tabla de salvación después de la travesía recorrida. Todos se suben en ella y van avanzando juntos. Eso, para mí, representa la unión después de haber trabajado tanto”.
Dedicada a las artes en el escenario, lugar donde la presencia y el cuerpo son ingredientes fundamentales, Lourdes Luna comenta la adaptación a la virtualidad de su disciplina: “Las artes escénicas tienen como principal función transmitir, a través de la presencia, una experiencia al espectador que va ligada a las sensaciones, al detalle, a lo visual. En lo digital, eso se pierde muchísimo”.
El arte debe continuar: “Ahora lo hacemos virtualmente porque es la única manera de seguir en contacto con la gente. Eso nos ha empujado también a indagar la nueva modalidad. He empezado a hacer obra para la pantalla”. Compartió su proyecto Naturaleza muerta, que reúne tres capítulos para expresar una nueva sensibilidad sobre el deseo de contacto y cercanía en tiempos de confinamiento. “Hemos desarrollado hasta ahora dos obras: La habitación y Días líquidos; la tercera será La cita, pronta a estrenarse”.
El nombre Naturaleza muerta tiene que ver, dice Lourdes Luna, con el estado creativo de algunos artistas, pero Nah’ se muestra como un atisbo de vida renovada.
SY