Cultura

Con mural, dan nueva vida a la Universidad del Oriente en Valladolid

Abraham Sarabia y Armando Cortés dan a conocer sobre su obra en la Universidad de Oriente
Los artistas visuales representaron tres símbolos de la comunidad y cultura vallisoletanas / Por Esto!

En la fachada de la Universidad de Oriente viven imágenes del pueblo vallisoletano. Un colibrí simboliza la riqueza cultural de la comunidad en Valladolid, así como del cuerpo estudiantil y docente de la UNO. Unas flores bordadas con brocha sobre el muro recuerdan el valor e imagen de la industria del bordado local. Aparece entonces el guerrero y jugador de pelota, representando la inteligencia y la sabiduría.

“Este mural tiene un gran impacto ante la sociedad joven de Yucatán. Les muestra que el arte no sólo está en el caballete o la fotografía. Hay otras formas de expresión, en este caso, el mural”, dice en exclusiva para POR ESTO! Abraham Sarabia (su obra puede verse en el perfil de Instagram abraham_dreams), uno de los creadores de la monumental obra “Sueños”, que se extiende por aproximadamente 140 metros cuadrados. “Fue un reto para todos los compañeros que trabajamos ese mural, empezando por los más de 10 bocetos que se hicieron. Para uno que vive del arte, simplemente significa un nuevo comienzo”, complementa el coautor, Armando Cortés.

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Ambos artistas, egresados de la Escuela Superior de Artes de Yucatán, congenian en la notable diferencia entre la elaboración de un mural frente a otros formatos más pequeños y controlados: “la diferencia es el concepto bajo el que trabajas. En un lienzo o mesa digital, ya tienes idea de lo que vas a elaborar. En un mural, fuera de tu zona de confort, debes considerar el espacio y sus profundidades, las cosas que lo rodean, la superficie en que se va a pintar y sus dimensiones. El clima puede cambiar la humedad del soporte, por ejemplo”, comenta Armando.

Abraham conoce igualmente las implicaciones venidas con el formato exterior y de gran tamaño: “en una obra de caballete se puede usar óleo, acrílico o acuarela. En un edificio, pueden utilizarse otras herramientas, como aerosoles, extensores, rodillos, brochas y andamios para nuestra seguridad. No se usa, a comparación de la pintura de caballete, un pequeño tubo de pintura; se pasa a galones y cubetas”.

Incluso advirtieron que los colores que pueden contemplarse en el diseño deben ser cuidadosamente supervisados al momento de comprar la pintura, ya que el tono puede variar y afectar la obra.

Para concretar un mural, “algunos artistas usan proyectores; otros, cuadriculan el espacio a trabajar. Unos más colocan cinta o hacen marcas e incluso hay quien lo hace a pulso”, comparte Abraham. Además, la ejecución pictórica en superficies arquitectónicas requiere, en ocasiones, “de colectivos de más de 20 personas que lo trabajen, dependiendo del tamaño del muro”, según dice Armando.

Las generaciones de artistas visuales jóvenes parecen preferir los soportes digitales y la fotografía. “Conforme pasa el tiempo, aparecen nuevas maneras de expresar el arte. Ahora, en pandemia, el arte digital y la fotografía son más comunes, ya que no podemos estar físicamente viendo una obra, como en un museo. Nosotros también nos adaptamos a esas medidas. Mis compañeros y yo estuvimos trabajando previamente el diseño en bocetos, a lápiz y colores. Después, estuvimos premontando algunos diseños en una tableta digital, hasta que sacamos la propuesta final. Así, el muralismo, arte digital y la fotografía se dan la mano”, sopesa Abraham.

“Es una buena iniciativa para las generaciones que vienen, para que también esté presente el muralismo y las obras a grandes formatos”, complementa Armando a la vez que exige: “se tiene que seguir desarrollando para abrir más espacios como este”. Su compañero lo secunda: “a nivel internacional hay más apoyo para la producción de murales. Se les da más facilidad, eventos y exposiciones, es decir, promoción. Se trabajan un sinfín de temas. Antes se trataban tópicos políticos; ahora caben todos los estilos artísticos. Aquí, en Yucatán, hay varias personas que lo trabajan”. Así, poco a poco, se rompe un estigma para que “el  mural sea más reconocido aquí”, proponen los artistas.

SY