Uno de los rituales mayas que aún prevalecen hasta nuestros días es el "K'ub Saakab y el Balché", ofrendas a los dioses guardianes del campo (Yum tsilo'ob) para honrarlos y mantener los privilegios del lugar, según señaló el educador indigenista Federico Osorio Mena.
Recordó que esta ceremonia es realizada por un Jmen, con el propósito de honrar a los dioses heredados de nuestros ancestros, los mayas, y sobre todo mantener viva la fe de la cultura milenaria.
Explicó que para esta ceremonia, que se realiza en los terrenos de cultivos y de producción de la localidad, el Jmen se pone de rodillas delante del altar ubicado al Oriente del lugar para iniciar consagrando el ara, por medio de una serie de oraciones en lengua maya se bendice la tierra con el rocío de agua consagrada y las ramas del sipché, árbol sagrado de la cultura maya.
Después de dar las bendiciones a todos los presentes, entre familiares e invitados especiales a esta ceremonia y que son pieza importante con su participación en este ritual, con las manos en alto se ofrece el saakab y el balché endulzado con miel de abejas x-coolecab a los dioses mayas "Yum kuj", al Señor Jesucristo y al Espíritu Santo.
El altar es decorado para esta acción de gracias con símbolos religiosos, lo cual demuestra la mezcla prehispánica y del catolicismo, ofreciendo las plegarias a cada uno de los cuatro puntos cardinales del terreno.
Al Oriente, de donde viene el calor que nos da la vida y la salud, en el Norte, lugar de donde viene el frío que nos da alegría para vivir, en el Poniente donde se oculta el Sol y viene la noche para dormir y descansar, recuperar energías y la salud, y al Sur, donde vienen diferentes vientos ik al, mozón ik y pik'lamil iko'ob.
En caso del cambio de propietario de un terreno se hace un acto solemne e inusual, que es la entrega-recepción de un bastón de mando tallado en madera al nuevo dueño del terreno como forma de entregar las responsabilidades y compromisos de continuar realizando los cultos, por medio de este ritual se pide el permiso a los guardianes de la tierra para que se trabaje por otra persona y esta sea productiva, así como el compromiso de quien acostumbraba realizar la ceremonia cada determinado tiempo.