Nada viene de la nada; todo tiene su comienzo, su raíz, su propia esencia, valor y dignidad. Es este el espíritu que la creadora del Sonido Raizoso, María Moctezuma, comparte con POR ESTO!
“Sonido Raizoso”, explica la artista, “es un concepto en la música que hago: pretende hablar de los pueblos originarios, de problemáticas sociales y de nuestra gente. La instrumentación con que trabajo incluye ocarinas de barro, tunkules (instrumento indígena hecho a partir de un tronco ahuecado) y las semillas. Son instrumentos hechos de tierra, de barro y madera que imitan la naturaleza. Lo asimilé desde la música prehispánica, intentando acercarme a lo que se hacía ancestralmente”.
María Moctezuma continúa: “las rítmicas que uso no sólo vienen de lo prehispánico: huapango, son jarocho, sayas andinas y cumbias, todos son géneros venidos de nuestras raíces. El concepto llegó como un mensaje del universo para mi arte, que comprende lírica, rítmica e instrumentación”.
Junto con el reconocido productor y baterista Hernán Hecht, ganador de un latin Grammy, Roberto Soto en la batería y Charles Fletcher en el bajo, Moctezuma, que ha llevado su música a 10 países del mundo, retorna a Mérida para grabar su cuarto álbum, que promete incluir 12 canciones, a disponerse en YouTube y plataformas musicales, junto con sus discos anteriores. Los registros variarán entre ritmos prehispánicos, jarana, guapango, rock, cumbia, hip hop, y balada.
“Para mí, Mérida es una ciudad muy importante, que quiero mucho”, comparte la cantante. “Aquí adquirí gran parte de la inspiración que necesito para realizar el trabajo que estoy haciendo. Por eso hablo de la cultura maya y sus tradiciones. Aquí me empapé del orgullo por preservar nuestras raíces”.
La creación musical de María conserva un mensaje constante: “debemos trabajar nuestra propia tierra. No puede ser que vengan de otros lados a trabajarla y amarla más que nosotros, los mexicanos. Es hermoso lo que tenemos aquí”.
Contrasta su perspectiva: “hay muchas problemáticas, sí, pero en todas culturas las hay. Hay situaciones nuestras, y tenemos que solucionarlas nosotros mismos. ¿Cómo? Floreciendo dentro de nuestra propia raíz, nuestra cultura”.
En el álbum, El morral incluirá versos protagonizados por una de las lenguas mayas. “Habla de la migración; está basada en una historia ocurrida en Peto, Yucatán -explica la autora-. Una familia se separa; se quedan las mujeres trabajando en el pueblo. Los hombres quieren llegar a Estados Unidos. Se suben al tren que conocemos como La Bestia, venido de Sudamérica. Muchas cosas les pasan al padre y al niño de la historia durante el trayecto”. María reflexiona: “¿Por qué ponerse en peligro, si las vidas son tan valiosas? Las vidas son las que se tienen que trabajar para nuestra dignificación cultural”.
“Ay mi diosa aborda muchos símbolos que usamos, pero que no reflexionamos como sociedad y que vienen de la Conquista, de la Casta Divina. Hay gente que usa con orgullo este tipo de cosas, cuando realmente están evocando el maltrato a nuestros antiguos. Esto nos lo han impuesto, diciendo que el progreso lo que debe ser, junto con el parecernos a otras culturas. Pero no; nuestra cultura es mágica, es fuerte, es auténtica. Aquí lo tenemos todo”.
Una canción más del álbum será Fúmame: “habla de lo que nos ocurrió: de pronto, nos quedamos atrapados. Ya no supimos más de mucha gente que se alejó en el confinamiento”. Dentro de esta misma problemática está Xmajaná, “que trata de los que ya no vimos y que murieron durante la pandemia, siendo imposible despedirnos de ellos”.
Evoca la entrevistada su video musical Hanal Pixán, sobre “nuestra magnífica tradición de volver a encontrarnos con nuestros queridos difuntos, única en México, que se ha expandido por todo el mundo. Pero más allá del folklor está una conexión sumamente íntima, porque sólo individualmente se sabe la relación que se tiene con cada espíritu. Tratamos de hacer con esa canción una reconexión con la tradición más allá de lo comercial que se ha vuelto”.
SY