El 9 de noviembre de 2019, el escritor mexicano Enrique Serna fue anunciado, por decisión unánime del jurado, como el ganador del galardón que otorgan en conjunto la Universidad Nacional Autónoma de Yucatán (UADY), UC-Mexicanistas y la Feria Internacional de la Lectura Yucatán (FILEY): el Premio Excelencia en las Letras “José Emilio Pacheco”. Sin embargo, por la situación pandémica, la ceremonia de premiación no se realizó en mayo de 2020, como se tenía planeado, sino hasta la noche de ayer.
¿Todo este tiempo trastocó el valor que para el autor tiene el galardón? “No, claro que no. Es simplemente un accidente”, contesta Enrique Serna en exclusiva para POR ESTO! “Se atravesó la pandemia; no pude venir el año pasado, pues se canceló la feria. Ahora, bueno, se hizo de manera virtual. Vine con mucho gusto a esta ciudad que me encanta, además, y que tiene una gran diversidad cultural”.
El término “excelencia en las letras” podría parecer abstracto o impreciso. Para Serna, “la literatura que nos ayuda a transformar a los borregos en individuos es la más importante, y es esa la que no debemos dejar morir. Pero para eso, hay que saber cautivar primero al público, y después tratar de aportarle algo valioso. Es la razón por la cual siempre he defendido las obras que tienen distintos niveles de significación, o sea, a los clásicos: Shakespeare, Lope de Vega y a los clásicos modernos. Ellos llegan a diferentes tipos de públicos y a todos les dicen algo; permiten que sus obras tengan una gran variedad de lecturas”.
Las otras personalidades que han recibido el reconocimiento son el propio José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Fernando del Paso, Juan Villoro, Cristina Rivera Garza, David Huerta y Héctor Manjarrez. ¿Qué cosa tiene el premiado más reciente en común con todos ellos, además de la medalla en el librero y la nacionalidad? “Con José Emilio, (tengo) un gran vínculo. Él me ayudó en mi formación literaria”. Serna relata: “cuando yo era redactor publicitario en una agencia de películas mexicanas, estaban allí también otros escritores y redactores, como Francisco Hernández, poeta, y Carlos Olmos, dramaturgo. Entonces leíamos todos los lunes el Inventario que publicaba Pacheco en Proceso. Después comentábamos sus artículos e íbamos a comprar a la librería que estaba enfrente, la Casa del Libro, las obras que recomendaba José Emilio. Creo que es un gran maestro de mi generación, a quien le tengo mucho aprecio. Además, creo que fue un polígrafo muy completo, que cultivó varios géneros y en todos dejó obras valiosas”.
El laudo que anunciaba a Serna como ganador del premio hace ya más de un año reconocía que “la versátil obra de Serna muestra una elevada calidad literaria que ha sido reconocida ampliamente por la crítica. Los aspectos históricos, políticos, críticos y satíricos de su obra le permiten apelar a lectores diversos”. ¿Qué hubiese escrito Serna en lugar de estas palabras? “Yo no me podría autopremiar, la verdad (ríe el escritor). No puedo ser juez y parte en la valoración de mi obra. Eso le corresponde a los demás”.
Las letras de Enrique Serna comenzaron a merecer reconocimientos notorios desde el año 2000, cuando las páginas de El seductor de la patria acogieron el Premio Mazatlán de Literatura. Vino después el Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada, en 2004, por Ángeles del abismo. Desde Francia, llegaba el Premio Antonin Artaud 2011, por La sangre erguida. Ocho años después, El vendedor de silencio, libro implacable, recibía el Premio Xavier Villaurrutia. ¿Hay algun premio que a Serna jamás le gustaría recibir? “Híjole. (ríe) El TVyNovelas”, y se despide también sonriendo.
La oferta artística, cultural, educativa y periodística de la FILEY no ha hecho más que iniciar. En www.filey.org puede verse el programa, que finaliza el 2 de mayo.
JG