Cultura

Muestra Cine+Video indígena rompe fronteras

Más de 20 audiovisuales latinoamericanos protagonizan una itinerancia internacional virtual y gratuita

La Muestra Cine+Video Indígena, organizada por el Museo Chileno de Arte Precolombino y una de las de mayor trayectoria en Chile, llega a su 15º edición, festejando con su tercera itinerancia internacional, denominada Rompiendo fronteras. 

Se realizará del 28 de junio al 4 de julio de forma gratuita y online. Toda la programación se encuentra en la web del Museo Chileno de Arte Precolombino www.precolombino.cl, y las exhibiciones se realizarán a través del portal BiblioQuinoa.com/mucivi.  Bolivia, Colombia, Ecuador, México y Perú, son los países que exhibirán, en formato streaming, una selección de 25 películas que relatan historias sobre los distintos Pueblos Originarios.

“Desde sus inicios, en 2005, cuando vimos lo que se estaba produciendo audiovisualmente en América Latina, donde se están develando cosas que no sabíamos que sucedían en los pueblos indígenas, empezamos a recopilar estos audiovisuales y a darles visualización dentro del territorio chileno. Ya venían sucediendo muchas cosas en el audiovisual con temáticas indígenas en México y en Bolivia, así como Brasil, que llevaban la delantera en este tipo de registro. ¿Y qué pasaba en Chile? ¿Por qué no tenemos una muestra? ¿Por qué no exhibimos adecuadamente estas películas que están retratando la historia de los pueblos indígenas? Fue así que comenzó este periplo que ha sido acompañado por Claudio Mercado desde el Museo Chileno de Arte Precolombino”, dice, en exclusiva con POR ESTO!, desde Chile, la directora de la muestra, Alicia Herrera. 

“En 1989, comencé a formar el archivo audiovisual en el museo. A partir del 90, hacía cuatro sesiones semanales de videos de pueblos indígenas. En el 91 y 92, aún no existía la web. No había donde ver los materiales digitalmente. Entonces, las salas eran un éxito. 50 u 80 personas entraban a las salas porque querían conocer la realidad de los pueblos. El año 92 fue muy importante, con esta cuestión de los 500 años del así llamado descubrimiento de América. Comenzó un movimiento latinoamericano de los pueblos. Fue, como decimos aquí, un ‘ají en el poto’ (una verdadera molestia) para todas las comunidades celebrar los 500 años de la destrucción de América. El audiovisual fue una herramienta magnífica para expresar eso, y lo sigue siendo”.

La reunión de los 25 materiales audiovisuales cumple distintos propósitos. “Uno de los objetivos que nos hemos propuesto en los últimos años, y que es parte importante de lo que hacemos al hacer la curaduría de las películas que integran la muestra, es poner al acceso del público la diversidad cultural, de lenguas, de temas. La historia colonialista que recibimos en nuestro sistema educativo invisibiliza a todos los pueblos y sus lenguajes”, indica la directora. Prosigue: “a través de la herramienta audiovisual, muchas veces, afortunadamente, realizada desde la comunidad misma en sus lenguas originarias, intentamos abrir la mirada y el oído a otras formas de ejercer la palabra. Queremos romper esa barrera para salir del territorio chileno para llegar a otras latitudes, y también el esquema histórico que nos han inculcado en las últimas décadas”. 

Agrega él: “es interesante que ya se terminó ese momento histórico de los audiovisuales en que se grababa a los pueblos americanos para ver lo ‘exótico’ que eran. Ahora, los videos se elaboran para hacer ver la lucha de los pueblos por la defensa de su territorio, del medio ambiente”.

La directora, respecto a observar crisis emergentes en la actualidad indígena, señaló que, “más que nuevas problemáticas, se han visibilizado más algunas de ellas. Una es la recuperación del lenguaje. Es un tema que hemos visto en producciones audiovisuales de los últimos cinco años, aproximadamente. Se incentiva que las películas sean grabadas en las lenguas originales, subtituladas al castellano. Pero aparecen también los temas de los derechos humanos, la autodeterminación, la protección a la biodiversidad, especialmente cuando diversas industrias vulneran los recursos. También está el monocultivo en sus territorios y la degradación que ello conlleva”.

“Pasa lo mismo con las abejas en distintas comunidades, como por igual los oleoductos en el Amazonas peruano que hicieron hace 40 años, a los que nunca les dieron mantenimiento, y ahora contaminan toda la selva”, señala Claudio Mercado. “Un tema recurrente ahora es la fuerza en crecimiento de la autodeterminación del territorio, pero no sólo es el territorio en sí mismo. Hay una renovada necesidad de los pueblos americanos para instalar naciones. También existe un cambio en la factura de las películas, que están mejor hechas cada vez”. 

Como parte del programa se lanzará la convocatoria, abierta para 20 personas, para ingresar a la Escuela Diversa de Cine Indígena, dirigida a jóvenes con ascendencia de pueblos originarios de América. Promovido por el Centro de Estudios Interculturales e Indígenas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, seleccionará a la nueva generación de educandos en elaboración cinematográfica de ficción y documental. El programa educativo intensivo durará dos meses, asesorado por expertos en la elaboración y preservación de materiales audiovisuales.

Respecto a la presencia de la muestra en México, Alicia Herrera agradeció la colaboración con dos instituciones. “Tenemos un trabajo colaborativo con dos instituciones en México: el Museo Nacional de Culturas Populares, y la Cinemateca Luis Buñuel, en Puebla. Agradecemos mucho su participación. Ellos siguen fieles a apoyarnos desde la primera itinerancia”. 

Tomás Rojo, desaparecido

Durante la muestra, se proyectará la película mexicanaMover un río, de Alba Herrera Rivas, que atiende la problemática de la escasez de agua por intervención artificial, específicamente en el río Yaqui. Tomás Rojo, uno de los activistas protagonistas, se encuentra desaparecido. “Es importante hacer notar eso. No se sabe nada de Tomás Rojo. Esperamos que el compañero aparezca con vida”.