En medio de la oscuridad, algunas pequeñas luces brillan. Noche de luciérnagas, una producción original de la compañía Créssida Danza Contemporánea, trae de vuelta la vaquería yucateca a los escenarios, aunque con una visión renovada.
“Noche de luciérnagas surge, inicialmente, como una propuesta para el festival de la ciudad. Resultó ganadora y se presentó con cuatro funciones en el Teatro Peón Contreras. El interés de crear esta obra tiene que ver con reunir, en un espectáculo, la tradición y la cultura de nuestra región, mezclado con muchos matices contemporáneos, atendiendo la vaquería desde el punto de vista de los jóvenes de la zona, quienes pasan por distintas escenas y circunstancias”, detalla a POR ESTO! la directora de Créssida Danza, Lourdes Luna.
La puesta en escena regresa al Teatro Peón Contreras el 29 y 30 de julio, a las 20:00 horas, con funciones presenciales únicamente. Los accesos pueden adquirirse en la taquilla del recinto o en el portal www.tusboletos.mx.
“De tanto de no ver algo, es posible que lo perdamos. En esta ocasión, no vamos a transmitir las funciones porque quiero que la gente venga al teatro, que sienta esa seguridad y libertad, que retome el cotidiano de ir al teatro. Obviamente, elegimos un recinto que siga los protocolos de manera estricta, con 50 por ciento del aforo, que es el que está permitido por ahora. Que sea presencial es para que la gente viva la experiencia y regrese esa alegría y emoción de ver un espectáculo en la escena”, recalca Luna.
Se escenificará en la escena una travesía que permitirá a los espectadores identificar rasgos de un retrato hablado de Yucatán. “Cerramos con la fiesta propia de la vaquería, tal como los conocemos ahora, con los almudes, el ritmo de jarana, aunque siempre con una visión contemporánea en cuanto al movimiento”, anticipa Lourdes sobre la obra.
“Usamos los ritmos de algarabía de la jarana e integramos corporalmente otros recursos. Hay muchos elementos que nos ayudan a que la puesta en escena sea colorida, dinámica y divertida. El interés es retomar la alegría de estar vivos, de que seguimos acá, y claro, la oportunidad de regresar a la escena y compartirlo con el público”, complementa.
El título, por su parte, se conecta a unos avistamientos particulares: “veo las luciérnagas a cada rato aquí, en Yucatán. Al lado de mi casa, hay un terreno baldío. En ciertas épocas del año, eso se llena de luciérnagas y es maravilloso. Así también en el estudio, donde trabaja Créssida: en la parte de atrás, hay también un área de vegetación muy grande. Las luces aparecen allí igualmente. Me es muy significativo. Me ubica en la región, en la naturaleza yucateca, en su color verde. Me parece una imagen simbólica, un tanto poética”, dice Luna.
La danza contemporánea, ¿podría llegar a ser una tradición? Lourdes cree que esa danza “descubre, redescubre, reelabora, reinterpreta y encuentra nuevas formas de hacer y decir. No creo que se vuelva una tradición. Lo que sí me gustaría que se vuelva una tradición es que la gente vaya al teatro, que vea espectáculos como parte de su cultura y de sus propias necesidades. Eso sería ideal”.
