Con una exposición fotográfica instalada en el Centro Cultural José Martí se lleva a cabo, en el marco del Mérida Fest 2023, la muestra Dos países y un camino: tres siglos de relaciones entre China y Yucatán, en la que con 41 fotografías se plasma las relaciones y vínculos entre ambas comunidades.
La muestra se realiza en coordinación con la Universidad Autónoma de Yucatán, el Instituto Confucio de la UADY y la Fototeca Pedro Guerra y la Dirección de Cultura del Ayuntamiento meridano, bajo la coordinada del investigador Luis Ramírez Carrillo, autor de los libros El león y la ceiba y Seis semanas en China.
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Durante la inauguración, Ramírez Carrillo habló de las cuatro olas migratorias de la comunidad China en el Estado, y afirmó que actualmente existen cerca de mil chinos residiendo en la Entidad y que en los últimos años se ha incrementado la inversión del país asiático en Yucatán.
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Durante la apertura de la muestra, que permanecerá durante el Mérida Fest, estuvieron presentes Cinthya Cruz Castro, responsable de la Fototeca Pedro Guerra; Andrés Aluja Schunemann, director del Instituto Confucio de la UADY; Bai Yang, en representación de la Asociación China Península de Yucatán, además de funcionarios del Ayuntamiento.
Al hacer uso de la palabra, Ramírez Carrillo explicó que la expedición de Legaspi y Urdaneta, que partió de México hacia el Oriente, llegó a las Filipinas y retornó en 1565, fue el inicio de cinco siglos de relación entre México y China, recordó que el viaje anual de ida y vuelta del Galeón de Manila o Nao de China comenzó desde entonces y perduró hasta 1815, intercambiando mercaderías, personas y cultura entre China y América a través de México y Filipinas. A partir del siglo XIX Yucatán recibió las primeras migraciones chinas y desde entonces hasta el día de hoy se conocen cuatro procesos migratorios.
Aseguró que en la primera migración fueron poco más de un centenar y eran sólo hombres jóvenes, que se quedaron a vivir entre los mayas, lucharon junto a los rebeldes en la Guerra de Castas, hicieron familia con mujeres mayas y tuvieron descendencia.
La segunda migración fue la de los chinos henequeneros y correspondió a otra generación, no tuvo ninguna relación con la anterior, pues se trató de un viaje colectivo para traer trabajadores chinos por contrato a las haciendas henequeneras entre 1892 y 1910.
Relató que en 1892 llegaron 478 chinos bajo contrato y repartidos en distintas haciendas, se dedicaron a labores agrícolas y en especial al henequén.
Dijo que los años de contrato sirvieron también como tiempo de aculturación y creación de redes locales, estos migrantes contrajeron matrimonio, por lo general con mujeres mayas de las haciendas y pueblos cercanos, lo que contribuyó a que permanecieran en el campo yucateco. La cultura china se mezcló con la maya y los rastros de una identidad colectiva fueron muy tenues, pues se instalaron en un espacio bien delimitado.
El investigador indicó que la tercera migración se desarrolló en un prolongado período de tiempo, con altas y bajas en el número de migrantes, conocida como la de los chinos urbanos, cuya característica es que no fue un viaje colectivo sino individual e independiente y llegaron pocas mujeres, pero al prolongarse en el tiempo adquirió las características de una migración en cadena.
Dijo que los chinos urbanos no sólo venían para trabajar en el campo o en las plantaciones de henequén, sino para dedicarse al pequeño comercio o a los oficios, abrieron lavanderías, peluquerías, establos, huertas de hortalizas, orfebrerías y también se dedicaron a la pirotecnia, buscando instalarse en los pueblos grandes y en Mérida.
Llegaron en su mayoría en barcos a través del puerto de Progreso, venían directamente de China o después de estar en otras partes de México, Estados Unidos o el Caribe. Entre 1910 y 1930, el chino se censó como la primera lengua extranjera más hablada en Yucatán, incluso sobre el inglés, pero a partir de 1940 la llegada de chinos fue disminuyendo hasta casi desaparecer.
Por último, habló de la cuarta migración china que se ha dado en los últimos 25 años. Siendo en 1997 cuando la primera maquiladora con capital chino se instaló en el Estado y trajo consigo un grupo de ejecutivos con sus familias a Valladolid. A ella le han seguido nuevas empresas, hasta ser más de 30 industrias medianas y grandes en la actualidad, la mayoría instaladas en Mérida.
Explicó que los pequeños empresarios realizan distintos tipos de negocios entre Yucatán y China, en especial relacionados con la compra de productos naturales, el turismo y el comercio al mayoreo y menudeo.
Recordó que los chinos también han instalado más de un centenar de restaurantes de su comida en todo el territorio yucateco.
Afirmó que los gobiernos estatales y municipales de Yucatán en especial, han dado muestra de apertura, siendo muy receptivos a la cultura y empresas chinas desde 2012.
Concluyó que los resultados han sido positivos y agregó que Mérida en 10 años se ha hermanado con las ciudades de Chengdú, Nanchang y Jiangmen, destacando el intenso intercambio cultural del Ayuntamiento de Mérida con Chengdú.
Esta exposición fotográfica muestra la larga historia y presencia de las relaciones y vínculos entre China y Yucatán, en la que el Instituto Confucio de la UADY, desde su fundación, participa fomentando el aprendizaje del chino mandarín y colabora como puente de conocimiento e intercambio entre México y ese país de oriente.
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AA