Con el inicio de la temporada decembrina, las tiendas y rentadoras de disfraces navideños, así como modistas, afirmaron tener una gran demanda por los festivales que se realizan en los jardines de niños, primarias y secundarias de la ciudad, por lo que aprovechan la euforia de las fiestas para mejorar su economía o aumentar sus ventas, las cuales incrementan alrededor de un 200 por ciento; sin embargo, a partir del 18 disminuye debido a que las escuelas cierran.
Los encargados de dichos comercios indicaron que los padres de familia, en la actualidad, ya no se dedican a hacer los trajes de los niños debido a que no tienen el tiempo para ello, por lo que su primera opción es comprarlo ya hecho o rentarlo.
“Antes venían más por accesorios, como zapatillas, coronitas, alas, capas, entre otras cosas, pero ahora vienen por el traje completo, ya los papás no se toman la molestia de hacer el disfraz, y no porque no quieran a sus hijos, sino porque no tienen tiempo, viven siempre apurados; así que este año nos pidieron muchos disfraces de duendes, de santas, de campanas y renos, además de pinitos entre otros, claro es dependiendo del tamaño del niño, pero cuestan entre 250 a 800 pesos” dijo Baltasar Ruiz.
Por lo que las calles del centro de la ciudad se encuentran a reventar por las compras decembrinas.
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NM