Por Freddy Ríos
El pasado día 6 de noviembre se cumplieron 8 años de que el hunucmense José Gilberto Keb Baas se sume a la exclusiva lista de yucatecos poseedores de un título mundial de boxeo. El 6 de noviembre del 2010 el Polifórum Zamná fue sede de una verdadera cátedra impartida por José Gilberto al tapatío Omar Niño Romero, que realizaba la sexta defensa del cetro que había conseguido derrotando al sensacional hawaiano Brian Viloria en las Vegas, el 10 de agosto del 2006.
El campeonato del Consejo Mundial de Boxeo fue la cúspide de una generosa carrera en la que también sumó la medalla de oro olímpica nacional de 1994, obtenida en Baja California y en la categoría de 51 kg, siendo el único campeón mundial yucateco en iniciar su prontuario con una presea de oro en la justa nacional olímpica de más importancia en México.
José Gilberto nace en Hunucmá, Yucatán, el 21 de octubre de 1977 en el seno de una familia que sería considerada de gran prosapia boxística, su señor padre, don Luís Keb Poot, fue figura en el Circo Teatro Yucateco a mediados del siglo pasado. Fueron 4 hermanos que dieron lustre al pugilismo local y terminaron por poner a Hunucmá en el mapa mundial del boxeo profesional. Luís Enrique “Baby Luís II”, el mayor, rayó en la idolatría del aficionado, el público le adoró, él consiguió el campeonato minimosca estatal el 15 de diciembre de 1982 en la inolvidable arena Deportivo San Juan al vencer, en una noche lluviosa, a la sensación vallisoletana Javier Alonso.
Después vino Alfredo, iba bien, pero una lesión ocular lo obligó a detener su carrerea en forma prematura.
Juan Alfonso, el tercero de la segunda generación, fue campeón minimosca de la FECARBOX y retador en un par de ocasiones al campeonato mundial minimosca, la más recordada, sin duda, es la segunda, cuando desafió al colombiano Kermin Guardia en una pelea dramática y emocionante.
José Gilberto, sin embargo, no había planeado emular a su padre y hermanos, lo pensó con detenimiento y cuando se decidió, lo hizo con todo, se convirtió en un exponente metódico, frío, calculador, con un gran talento para explotar en el momento oportuno, sus más de sesenta combates profesionales no dejaron huella en su físico, además del logro olímpico y del título mundial también fue campeón del Sureste de México, de Norteamérica y continental de las Américas del CMB, antes de obtener el campeonato mundial minimosca había intentado por el mosca contra Eric Morel en los Estados Unidos y contra el tailandés Pongsaklek Wonjongkam, a la postre, el asiático rompería el récord de defensas establecido por Miguel Canto en los años 70’s.
El “Polly” de Hunucmá dio por terminada su carrera profesional en febrero de 2012, empero lejos de poner distancia entre él y el deporte que lo ha inmortalizado, se dedicó a superarse en el área de enseñanza, cuenta con 5 niveles en el Sistema de Capacitación y Certificación Para Entrenadores Deportivos avalado por la SEP y CONADE, lleva en su historial certificados en medicina deportiva, acondicionamiento físico, varias actualizaciones y, por si fuera poco, en este año sus muchachos se trajeron 2 medallas del Festival Olímpico Nacional llevado en la metrópoli.
Uno de los reconocimientos a su carrera boxística y ejemplar comportamiento en su vida privada, fue poner su nombre al complejo deportivo de Hunucmá. Es miembro, además, del Salón de la Fama del Deporte Yucateco.
La terraza de su domicilio le sirve para impartir lo que bien aprendió, cuenta con unos 30 discípulos entre los que destacan sus hijos Gilberto y Guillermo, que comienzan a escribir su historia. Cómo dice su señor padre “Todo comienza con un sueño”.