Juan Diego Casanova Medina
No caer en la desesperación y el cambio de estrategia en la segunda mitad del combate ejecutando el boxeo a la distancia pero manteniendo el incesante golpeo en el cuerpo del retador, fueron claves en la victoria por nocaut de Junior Granados que se definió en los últimos segundos del duodécimo raund, con la que retuvo la corona Estatal de peso mosca en la batalla de alarido, memorable que se disputó en la Arena de la CTM.
Fue una pelea difícil, la que se le complicó más de lo que pensó el campeón de Yucatán como admitió después de bajar del cuadrilátero con el fajín en su cintura, sin poder ocultar en su rostro las huellas del ríspido combate contra su retador Roque “Tejón” Mex, quien terminó “limpio” pero sin llevarse la preciada joya.
Reconoció la potencia de los golpes que recibió del “Tejón” pero lo que más le preocupó fueron los cortes que sufrió en la ceja derecha y en la nariz, motivo por el que cambió la estrategia de la pelea.
“Recibí buenos golpes pero más bien no me desesperé y comencé a hacer poco a poco el boxeo con el que logré recuperarme”, afirmó.
El castigo a la región blanda de su rival le dio a Granados buenos dividendos, y la combinación de golpes con “opercuts” y fulminantes ganchos a la zona hepática que intentaba contrarrestar el “Tejón” Mex, mermó la resistencia del retador que vendió cara la derrota.
Ambos peleadores no se guardaron nada y salieron desde el inicio, sin estudio previo de la estrategia que presentarían, a matar o morir y con la misma intensidad saltaron al entarimado para finiquitar el compromiso, en la función con la que la empresa A&T Events and Promotions cerró su actividad boxística de 2018.
El Dr. Santiago Basto Mejía, presidente de la Comisión de Box de Mérida, le colocó el cinturón de campeón del Estado de Yucatán a Junior Granados, acompañado por el promotor Eduardo Kantún Pardillo.
El que pensará mejor si va a continuar en el boxeo rentado es Yesher Vargas, quien enfrentó en su debut a Marcos Sánchez, un pugilista que exhibió el trabajo desarrollado en el gimnasio y en un abrir y cerrar de ojos lo liquidó a los 18 segundos del primer raund.
Julio Tarrago, su manejador, señaló que a su pupilo se le han caído tres combates y por lo tanto, de acuerdo a lo que se vio en el cuadrilátero, su explosiva victoria es producto del entrenamiento desarrollado para estar preparado cuando lo requieran los promotores boxísticos.
Rubén “Romano” Orozco se metió fuerte con el público, entre ellos, José “Barretas” Pinzón, antes y después del nocaut que le propino a los 2:26 minutos del primer raund al chiapaneco Marco Cruz González y se llevó un fuerte regaño de su entrenador, el campechano Melchor Cob, quien fue doble excampeón mundial minimosca.
El único combate de los 8 presentados que se definió por la larga ruta fue entre el californiano Jorge Marrón Jr., quien derrotó por decisión unánime al yucateco Gaspar “Sinvergüenza” Vargas, quien no encontró la fórmula para contrarrestar la mayor estatura de su oponente.