CIUDAD DE MEXICO, 2 de diciembre (AP-SUN).- La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol abrió una investigación sobre un altercado en que se involucró la víspera Diego Armando Maradona durante la final de la segunda división local.
Maradona, técnico de los Dorados de Sinaloa, no pudo estar en el banquillo el domingo, para ver el encuentro de vuelta de la final que su equipo disputó en cancha del Atlético San Luis. El astro argentino debió permanecer en un palco del estadio Alfonso Lastras, pues purgaba una suspensión tras ser expulsado en los últimos instantes del cotejo de ida.
Fue posible ver a Maradona comunicándose con un walkie-talkie desde el palco.
San Luis se impuso 4-2 en la vuelta, para conquistar el título de la segunda división por un marcador global de 4-3. Al finalizar el encuentro, Maradona intentaba ingresar en un ascensor, cuando decenas de aficionados locales lo habrían agredido verbalmente y se habrían burlado de él por la derrota.
Medios locales revelaron el lunes videos en los que aparece el “Pelusa”, insultando y lanzando puñetazos en dirección a un sector de hinchas, mientras guardias de seguridad intentaban controlarlo.
El estado físico de Diego Maradona es un misterio. De una hora pasó de la furia a un estado de descompensación. Incluso tuvo que ser asistido en su camino al autobús.
Sus movimientos, torpes. Sólo se detuvo para escupir. Se retiró sin dar declaración alguna o mirar a las cámaras. Su mirada estaba perdida, sin que el club diera explicaciones.